Las opciones se limitan a tres, un abanico algo corto en una competición tan extenuante, aunque el perfil de los candidatos permite distintas alternativas. Está Folch, el orden y la intendencia. El que está siempre atento a los pequeños detalles. Hasta cuando ha estado lejos de su mejor versión, ha entrado en los planes de Anquela. A Tejera le corresponde el talento y la improvisación. Su zurda va encontrando salidas a cada trampa en el camino. Y está Javi Muñoz, el hombre que siempre demanda un compañero para tirar una pared. La alternativa, la bombona que oxigena al equipo con cada pase. Al de Parla le toca esta semana asumir galones desde el principio por la sanción de Folch y el centrocampista prepara la semana a conciencia. El Oviedo puede estar tranquilo: Javi Muñoz es el pivote azul que mejor porcentaje en el pase presenta.
Formado futbolísticamente en la exigente academia del Madrid, el pase es la especialidad de Javi Muñoz, como ya demostró el año pasado en el Lorca, en su convincente estreno (35 partidos) en Segunda. Entonces, el pivote fue una de las referencias en la medular del conjunto murciano, promediando un 76.9% de acierto en los envíos; 84,3% en campo propio y 71,9% en el del rival. Unas cifras que han mejorado significativamente este curso.
Con un 81,9% de pases buenos, Javi Muñoz es el pivote del Oviedo con mayor índice de acierto. Supera el 80,7% de Folch y el 77,3% de Tejera, que suele arriesgar más en los envíos. Ofrece buenos números el parleño en las dos partes del campo. En la mitad que defiende el Oviedo, acierta el 89,9% de los pases. Folch lo hace en el 87,6% y Tejera, el más lúcido, en el 90,3%. En el campo de los rivales, vuelven a imponerse los números de Muñoz: 78,4% de pases buenos, por el 75,8% de Folch y el 70% de Tejera.
Anquela admitió el pasado sábado tras el partido en Albacete que no había introducido a Javi Muñoz en el campo pensando en la siguiente cita. Folch había visto la amarilla, eso puede entrar dentro de los planes. Pero la hipotética sanción de otro pivote, en una plantilla con tres efectivos puros, hizo que el jienense optara por la solución más conservadora. Para el centrocampista cedido por el Alavés se presenta este domingo la oportunidad de reivindicarse desde el comienzo del partido.
Porque sus últimas actuaciones han dejado un buen sabor de boca en el aficionado, pero han llegado siempre bajo la misma condición: ha sido una solución desde el banquillo. Javi Muñoz no es titular desde mediados de diciembre, cuando el Oviedo visitó al Granada y Anquela dispuso un trío de centrocampistas para presentar batalla a la medular nazarí. Aquel encuentro, a pesar de la buena imagen de los azules, acabó en derrota por 1-0 en pleno bache de resultados. Y significó, de paso, que los tres centrales acabaron imponiéndose como sistema fetiche para el entrenador. Javi Muñoz fue el gran perjudicado de aquella decisión.
El 5-2-3 solo admite dos piezas en la sala de máquinas y la preferencia de Anquela desde el primer momento es la de apostar por Folch y Tejera. Tras el choque de Granada, el protagonismo de Muñoz fue menguando paulatinamente: un minuto ante el Málaga, otro en Almendralejo. Dos presencias testimoniales en cinco partidos. Fue entonces cuando llegó su reivindicación en el duelo ante el Cádiz. Fueron solo 16 minutos, pero su impacto en el partido fue inmediato. También mejoró al equipo en Elche, cuando disputó la segunda parte. Ante el Alcorcón volvió a ejercer de perfecto refresco: 29 minutos plenos de acierto. Tras descansar en Albacete, la competición le ofrece ahora la oportunidad de demostrar que también puede brillar desde el inicio.
