El Oviedo, a cinco días para el derbi ante el Sporting, comienza esta mañana en El Requexón (10.30 horas) a preparar el asalto a El Molinón (domingo, 20.45 horas). La cuenta atrás empieza hoy tras el suave entrenamiento regenerativo del lunes, más intenso para los suplentes en la victoria ante el Nàstic. En lo deportivo, los azules llegan con todos los jugadores disponibles -ni un sólo lesionado- con el objetivo -dependen de otros resultados- de asaltar el play-off ganando en casa del eterno rival. En un derbi, no obstante, también entran en juego factores sentimentales.
El poderío futbolístico de la región a debate en El Molinón, con los precedentes, a largo y a corto plazo, sonriendo al bando oviedista. El conjunto carbayón, desde el regreso al fútbol profesional en 2015, ha visto en los derbis quizá el mayor motivo de celebración en cuatro temporadas en las que el play-off de ascenso se rozó con los dedos sin éxito final.
Anquela ha sido protagonista indiscutible, con un éxito abrumador en los tres enfrentamientos contra el Sporting desde que es entrenador azul: dos victorias y un empate. El jienense, además, afronta un reto profesional: ganar por primera vez en Gijón, algo que nunca ha conseguido en su carrera como técnico. Antes de la visita con el Oviedo la campaña pasada (1-1) Anquela compitió dos veces contra el Sporting en Segunda dirigiendo al Numancia, en la temporada 2013-2014 (2-2) y en la 2014-2015 (3-0) que acabaría con el ascenso de los gijoneses a Primera División semanas después de que el Oviedo retornase a Segunda. En global, de sus enfrentamientos con el Sporting, Anquela ha ganado dos veces, ha empatado 3 y ha perdido dos.
El Oviedo, como club, superados los tiempos del barro, alejado de los derbis, busca ganar ante su eterno rival 22 años después del último triunfo en Gijón (1-2, en la 1997-1998). El saldo total en los derbis beneficia al Oviedo: 48 partidos ganados, 26 empates y 34 derrotas contando todas las competiciones.
