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Derbi aéreo para el Oviedo

"Es como una final de Champions", dice Berjón sobre un duelo para el que es duda Omar Ramos, tocado - Anquela insiste a sus jugadores en la importancia de los balones largos a los delanteros rojiblancos

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Entrenamiento del Oviedo

Una de las claves del derbi asturiano del domingo en El Molinón (20.45 horas) estará en las alturas. O eso es al menos lo que piensa el entrenador azul, Juan Antonio Anquela. El Oviedo comenzó ayer la preparación táctica en El Requexón para hincarle el diente al Sporting y en la plantilla azul hay una orden clara: mucho ojo con los balones aéreos y las disputas. Ni un centímetro de ventaja al rival.

Los gijoneses, previsiblemente, saldrán en El Molinón con un esquema de dos delanteros: Uros Djurdjevic y Álex Alegría, 1,81 y 1,91 metros de altura respectivamente. En frente, salvo sorpresa, estarán los tres centrales azules de las últimas citas, dos atentos a la marcas; Carlos Hernández (1,85 m) y Christian Fernández (1,82 m), con Alanís (1,83 m) más libre por detrás.

El entrenamiento de ayer del Oviedo, a puerta abierta, aunque con poca presencia de aficionados, se basó en su mayoría en defender pelotazos del rival mientras Anquela se desgañitaba para que sus pupilos prestasen atención. Incluso varias veces el propio jienense "actuó" como teórico delantero del Sporting, simulando colgarse de los centrales del Oviedo. El asunto de la altura ya lo comentó Anquela tras ganar al Nàstic preguntado sobre las opciones de gol de los catalanes, sobre todo a balón parado: "Somos ponies y ellos caballos grandes". El Oviedo, por muy poco, sale perdiendo en centímetros respecto al Sporting. La plantilla de los azules, de media, mide 1,80 metros y la de los rojiblancos 1,82.

La preparación de los duelos aéreos fue la parte más reseñable de la primera toma de contacto de los de Anquela para preparar el partido.

La nota negativa la puso el extremo Omar Ramos, que en uno de los ejercicios tácticos notó molestias en la parte posterior del muslo derecho, paró en seco y se retiró a los vestuarios con gesto contrariado. Está pendiente de evolución y peligra su presencia el domingo en El Molinón. Anquela, respecto a los nombres, alternó teóricos titulares con suplentes, como suele ser habitual durante la semana.

En la sesión estuvieron los jugadores del Vetusta Ugarte y Jimmy. En el primer grupo formaron: Carlos Martínez, Carlos Hernández, Forlín, Christian Fernández, Viti; Jimmy y Tejera; Bárcenas, Toché y Omar Ramos. Después Anquela puso a Diegui, Ugarte, Alanís, Javi Hernández, Mossa; Folch, Javi Muñoz; Joselu, Berjón e Ibra. Las probaturas continúan esta mañana, con un partidillo de entrenamiento ante el Praviano, de Tercera División. Tras la sesión de ayer tomó la palabra Saúl Berjón.

El club, como en la ida, ha planeado que los capitanes atiendan a la prensa los días antes del derbi. Relajado, sonriente y con ganas de hablar, Berjón, muy directo, no ocultó el valor sentimental que tiene el derbi para el vestuario azul: "No es un partido más. El ambiente que se vive es diferente, (el Sporting) es el mayor rival del Oviedo, como nosotros somos el suyo. Es como si fuese una final de la Champions, matizó el ovetense. Quiso diferenciar este derbi del de la campaña pasada en El Molinón (1-1), el primero que se jugaba tras los años del Oviedo fuera del fútbol profesional: "No tiene nada que ver, habían pasado muchos años para jugar ese partido y todo el mundo lo afrontaba con un poco incluso de miedo. Ahora es un derbi diferente, el equipo va bien, la dinámica es buena y vamos a seguir. Son tres puntos más e igual conseguimos meternos en play-off, que es el objetivo, y pasa por El Molinón". El extremo admitió haber recuperado sensaciones ante el Nástic y estar preparado para jugar en el El Molinón. Bailará con Geraldes: "Intentaré ser mejor que él y que gane el Oviedo".

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