Fernando Hierro (Vélez Málaga, 1968) vivió un año en Oviedo con altibajos que terminó con el equipo fuera del play-off, pero con la satisfacción personal de haberlo intentado hasta el último minuto. Después llegó su regreso a la Federación y su paso efímero como seleccionador español. Pero la etapa en Oviedo le marcó. Su defensa del vestuario fue tal que forjó amistad con algunos futbolistas. Michu fue uno de ellos. Ahora, en su primera entrevista con un medio asturiano tras dejar el equipo azul, Hierro ensalza para LA NUEVA ESPAÑA las capacidades de Michu como secretario técnico en una charla centrada en su expupilo y el Oviedo, en la que prefirió dejar al margen su periplo en la selección.
- ¿Qué le ha parecido el nombramiento de Michu?
-No me sorprende, porque siempre se mostró como un chaval inquieto, de los que viven por el fútbol. Las veces que he cenado con él, hemos hablado de fútbol el 90% del tiempo.
- ¿Cree que encajará?
-Michu es un ejemplo para el Oviedo por cómo actúa dentro y fuera del campo. Es de las mejores personas que me he encontrado en el mundo del fútbol. Se merece que le salgan las cosas bien por ese corazón que tiene.
- ¿Su poca experiencia en el cargo es un hándicap?
-No lo creo. ¿Cuántos entrenadores y directores deportivos lo han hecho bien sin experiencia previa? Y otros con un gran bagaje que no han tenido después suerte. La inexperiencia se supera con trabajo y en ese aspecto no tengo la menor duda con Michu porque es un currante.
- ¿Qué virtudes le ve?
-En primer lugar, que domina la élite. Conoce la Primera, la Premier, la Serie A? Pero también la Tercera y la Segunda B. Eso le da un abanico muy amplio de conocimiento. Lo ha hecho genial este año con su hermano en el Langreo. ¿Quién le va a enseñar algo de fútbol a alguien que ha vivido tantas experiencias?
- ¿Cuándo le entrenó intuía que acabaría ligado al fútbol?
-Michu lleva al Oviedo muy dentro, le genera una gran ilusión. No se me ocurre nadie mejor que Michu para representar al Oviedo. Por desgracia, tuvo que quemar etapas antes de tiempo por las lesiones. Después hizo el curso de director deportivo en la Federación y ya se le veía que su camino podía ir por ahí.
- ¿Qué consejo le daría?
-Que sea él mismo. No hay una varita mágica para hacer que las cosas funcionen. Estará bien asesorado y, además, Ángel (Martín González) ha hecho un gran trabajo estos dos años.
- Contar con Carso detrás también dará seguridad?
-Está claro. Y, además, hay una base, porque el club ya está consolidado en la categoría después de tanto tiempo alejado del fútbol profesional. Mi impresión desde fuera es que el Oviedo ha crecido desde que yo estuve allí, que está en continua progresión.
- ¿Qué le parece el equipo?
-Lo veo casi siempre y me gusta. Estoy convencido de que se mete en el play-off. Tiene un gran entrenador, una plantilla muy fuerte y es un conjunto muy competitivo, sólido, que es lo que se valora en Segunda.
- ¿Qué opina de Anquela?
-Que es un gran entrenador, con mucha experiencia y que conoce perfectamente la categoría. Ha estado en proyectos en los que lo ha hecho muy bien: así lo demuestra el tiempo que lleva en el fútbol profesional.
- El temor en Oviedo es que se repita lo de los últimos años...
-El pasado, pasado es. Sirve para aprender, pero poco más. No tiene sentido comparar situaciones de otros años con el actual.
- ¿Qué recuerdo guarda de Oviedo?
-De agradecimiento por la oportunidad que me dieron y por el trato recibido. La ciudad se portó genial conmigo y ahora solo deseo que regrese a Primera. No he vuelto desde entonces, espero hacerlo antes de que acabe la temporada para darle un abrazo a los buenos amigos que dejé allí.
- ¿Y su futuro en los banquillos?
-He recibido algunas propuestas de fuera, pero de momento prefiero esperar a junio.
