Todos los socios premiados se llevaron una gran ovación, aunque ninguna fue tan fuerte tanto como la dedicada a Manuel Lafuente. El expresidente del Oviedo -lo fue en una de las épocas más complicadas de la entidad después del descenso a Tercera en 2003-, cumplió ayer 50 años como socio azul y no pudo contener la emoción cuando Vallina pronunció su nombre desde el micrófono.

Entre aplausos incansables y gritos de "¡presidente, presidente!" de parte de toda la sala, Lafuente, visiblemente emocionado, abrazó con afecto a los integrantes del consejo y recibió la insignia conmemorativa. Luego, todavía entre lágrimas, comentó lo que supuso para él el reconocimiento: "Este momento no lo olvidaré nunca. Es una gran emoción, me encanta encontrarme con el resto de premiados. Fueron los que dieron la cara en el 2003 y gracias a ellos seguimos vivos".