Y el Vetusta, que hace solo un año jugaba en Tercera División, acabará la temporada de su regreso a Segunda B luchando por colarse en el play-off de ascenso a Segunda. El filial azul no perdonó ayer y se subió al carro en El Requexón por todo lo alto: remontó a la Real Sociedad B y, a falta de cinco partidos, se pone a tres puntos de la promoción de ascenso tras el pinchazo del Barakaldo ante el Athletic B.

En un duelo vibrante, muy divertido para el espectador, que acabó con tres expulsados (uno por el Vetusta y dos por la Real) los de Javi Rozada se llevaron con justicia un partido que se les puso cuesta arriba gracias, en gran parte, a la actuación -otra vez y van varias- de Ernesto. El atacante andaluz, reconvertido a segundo ariete esta campaña por Rozada, que la semana pasada anotó un triplete para remontar en Las Gaunas al Logroñés (3-4), metió ayer los dos goles del Vetusta. El 7, sensación en Segunda B, lleva ya quince en la campaña, todos de jugada.

Su ambición es la del Vetusta, que no pudo empezar peor el partido. Iban seis minutos cuando Lucas se complicó conduciendo en campo propio y Edu Cortina realizó una falta al borde del área. Dávila, ariete interesante, transformó un libre directo en el que pudo hacer más Gorka. Fue un jarro de agua fría en una calurosa mañana en El Requexón. El Vetusta intentó sacudirse el golpe atacando. Sandoval, que estuvo muy activo por la izquierda, sin demasiado éxito en la finalización, lo intentó con un tiro que se fue alto y Steven aportaba movilidad. Los ovetenses rondaban el área, pero sin oportunidades claras ni tiros a puerta. Un centro de Steven se paseó sin rematador y otro de Javi Mier no encontró nadie que lo rematase. El Vetusta daba señas de cierta desesperación lógica: la Real casi no había llegado y estaba por delante en el marcador. Solo Gorostidi, Dávila y Unai Vega daban pinceladas en ataque.

Por eso, cuando ya rondaba el descanso, el gol de Ernesto, que la empujó plácidamente tras un centro de Lobato y una mala salida de Moisés, fue una liberación general. Un chute de adrenalina para acercarse al play-off. Y se notó. Porque el Vetusta salió a disputar la segunda parte a un ritmo superior. Steven dio profundidad por la derecha y un centro suyo casi acaba con un gol de Cortina. No habían pasado ni dos minutos desde el 45. Necesitó poco más Ernesto, que cabeceó de forma sensacional un gran centro con la zurda de Javi Mier: 2-1. Lo más difícil se había conseguido. Además, el panorama se ponía favorable. Zubimendi fue expulsado por roja directa tras derribar a Borja Sánchez, que se iba a plantar mano a mano contra Moisés. El ovetense llevaba pocos minutos en el campo y le fueron suficientes para demostrar un nivel que quizá había perdido en las últimas citas.

La superioridad numérica parecía pronosticar calma, pero solo tres minutos después, en el 66, Ugarte se fue a la calle por, según interpretó el árbitro, meter un gol con la mano (el Oviedo recurrirá la decisión). El Vetusta intentó amasar balón de ahí al final de partido, aunque los vascos dieron varios sustos. En la última jugada del encuentro, incluso, empataron después de un córner. Aunque la mano del atacante fue evidente y el colegiado anuló el tanto. El festejo final del Vetusta de Javi Rozada fue diferente, más intenso: el play-off está a un partido.