Nació en Sevilla y se considera cordobés. Ascendió con el Oviedo como futbolista en 1972 -se marchó a la Cultural, aunque no era su intención- y luego estuvo casi treinta años entrenando a equipos de fútbol, entre Segunda y Segunda B. Una extensa carrera que, además, comenzó en Asturias, en el Mosconia. ¿Su último equipo de una lista inabarcable? El próximo rival del Oviedo, el Córdoba, hace ya 14 años, al que dirigió en tres ocasiones distintas, además de defender su camiseta como futbolista. Un equipo marcado en su vida. También dirigió al Palencia, al filial del Mallorca, Pontevedra, Granada, Elche, Jaén, Lorca, Ceuta o Murcia.
A Anquela, el técnico del Oviedo, lo llama por su segundo nombre, Antonio. Y es que el jienense aprendió con él en sus inicios. Son íntimos amigos y tienen bastante relación en la actualidad. "He seguido toda mi vida al Oviedo, pero más desde que está Antonio". Rafael Alcaide Crespín "Crispi" (Sevilla, 1948) fue el "jefe" de Anquela en 1992, cuando el jienense, ya retirado del fútbol, le pidió ser su segundo en el Jaén y este accedió. Desde Alicante, donde reside desde que se retiró, junto a la playa de San Juan, recibió una alegría inmensa cuando Anquela llegó al Oviedo. Dijo en ese momento que podría llegar convertirse en "el Manolo Preciado del Oviedo".
Ahora, a ocho partidos de que Anquela termine su segunda temporada en el Oviedo, en la que buscará el play-off a Primera División, Crispi pasa revista con LA NUEVA ESPAÑA ("ahora veo más fútbol que antes") y se reafirma. Optimista por naturaleza, ve al Oviedo mejor que el año pasado y confía en, porque no, un posible ascenso. "Hace poco hablé con Antonio y le dije que tiene la suerte de estar en un club serio, un equipo del que no te echan a las primeras de cambio. Él me decía que el Oviedo es un grande, que exige resultados. Desde fuera veo que le están respetando muchísimo, no conozco a los dirigentes que están ahora pero dan la sensación de ser gente seria. Antonio se lo está ganando, es un entrenador de ´pueblo´, que llega muy bien a la gente. La plantilla lo quiere y todo el vestuario está con él", opina Crispi. "¿Desgaste de Anquela? Los años no desgastan; lo hacen los resultados. En el fútbol da igual tener 30 años o 75, cuando no ganas peligras. Su futuro en el Oviedo dependerá de los famosos últimos ocho partidos, como decía mi amigo Luis Aragonés. El Oviedo está fuerte y si logra meterse en el play-off Antonio podría seguir", cree el ex técnico.
Conocedor del estilo del jienense, desgrana las características del Oviedo actual y le quita la etiqueta de entrenador defensivo o conservador. "¿Anquela defensivo? Me tengo que reír...Él conoce el fútbol de Segunda División. Un entrenador tiene que hacer que el equipo gane. Antonio, en ese sentido, es un técnico equilibrado que se lo ha ganado a pulso". El poco tirón de Anquela con los canteranos lo soluciona Crispi hablando de jardinería. "Los chavales son como las flores, si las hay salen solas. Las puedes arreglar un poquito cada día, pero si no hay no hay...Cantera y ascenso es muy difícil. ¡Qué le firmen cinco años! Ya veréis como pone a canteranos...", bromea.
Crispi, esta temporada, ve a un Oviedo más firme. Con las ideas más claras. "Juegan bastante mejor que el año pasado. Tienen a Tejera, que les ha dado mucha calidad. También a Bárcenas, que es muy desequilibrante. Creo que en general tienen mejor equipo y este puede ser el año".
Crispi prefiere no hablar del Córdoba, entidad en la que estuvo ocho temporadas -cuatro como jugador y otras tantas como técnico-. "Estoy fuera y creo que no sería lo correcto". Sí aprovecha, para enviarle ánimos a Anquela y, aunque huye de dar consejos ("no soy nadie") le ofrece una receta para el futuro. "Yo a Antonio solo le pido que no cambie, le deseo que siga siendo Anquela toda su vida", remata.
