La de Federico Piovaccari (Gallarate, Italia, 1984) ha sido una de esas carreras intranquilas De un país a otro. De Italia, a China, pasando por Rumanía y España (Eibar en Primera División y Córdoba en Segunda en dos ocasiones con la actual). Sin soltar la maleta. Al borde, le pasó al menos dos veces, de quedarse sin equipo en el inicio de la temporada. Para propiciar su regreso al Córdoba esta campaña se juntaron el hambre y las ganas de comer. Los andaluces, con el límite salarial más bajo de Segunda -con serios problemas para inscribir jugadores- y Piovaccari en Italia sin equipo.

Fue el segundo fichaje veraniego del Córdoba y el inicio de una nueva etapa del italiano en el club. Hace dos campañas, tras jugar en Segunda con los blanquiverdes (2016-2017), se fue al fútbol chino, aunque su intención era seguir en el Córdoba, que no le ofreció la renovación. Piovaccari, cosas del fútbol poco explicables, en una de las peores temporadas en la historia del Córdoba, a un paso del descenso a Segunda B y en una inestabilidad social constante, se ha destapado como goleador.

Lleva ya diez tantos en 16 partidos como titular, superando su techo habitual. Hace dos años, en el Córdoba, metió cuatro en diez partidos. Por poner en contexto, las cifras de Piovaccari actuales superan a la de todos delanteros del Oviedo actual. Joselu lleva seis tantos, Ibrahima cuatro y Toché dos. En la campaña pasada Linares, ariete habitual, anotó 10 en toda la campaña y logró ser el máximo goleador carbayón con los mismos que el italiano lleva ahora a falta de ocho partidos.

Piovaccari, 34 años, es uno de los jugadores que cuenta con la simpatía mayoritaria de la afición cordobesista. Tipo cercano, según dicen desde Córdoba, la hinchada valora su entrega y su compromiso. Delantero de gran envergadura, en las última citas sus asociaciones con el joven Andrés Martín han sido el principal peligro en el ataque andaluz. Eso y los centros laterales a banda cambiada de Jaime Romero y Miguel de las Cuevas, ex jugador del Sporting. Anquela lo tiene en cuenta, ya que esta semana insistió mucho a sus jugadores en El Requexón en la importancia de defender esas jugadas.

El Oviedo tendrá que marcar de cerca al delantero, sobre todo en el tramo inicial del partido, porque no es habitual que el italiano acabe los encuentros por el profundo desgaste al que se somete. En la última victoria del Córdoba, ante el Mallorca en el Nuevo Arcángel (3-2), Piovaccari acabó por los suelos por el esfuerzo realizado. La presencia del delantero, por el que la Sampdoria llegó a pagar en 2011 casi cuatro millones de euros, será la principal amenaza esta tarde en el Tartiere de un herido Córdoba.