La destitución de Juan Antonio Anquela como entrenador del Oviedo y la vuelta de Sergio Egea sacudió ayer de forma inesperada a todo el entorno del oviedismo. En las oficinas del Tartiere hubo movimiento desde por la mañana, con un acto de la entidad en el que estuvo toda la plana mayor del club en el que no se tocaron temas deportivos -el convenio de colaboración de Liberbank y del Genuine-. Calma tensa. La bomba saltaría por la tarde, a las 19.28 horas, con la destitución de Anquela como entrenador del Oviedo. Ruido en las redes sociales, el oviedismo asombrado, y en las oficinas del Tartiere todo el mundo pegado al teléfono en una reunión de urgencia.
Riada de llamadas y mensajes de una decisión inesperada para parte de la afición. Gabinete de crisis ante un cambio de entrenador a falta de siete jornadas, en el año clave del proyecto de Carso para ascender a Primera. El posible cese de Anquela, por cierto, ya sobrevoló varios grupos de Whatssapp de empleados de El Requexón justo después del empate ante el Córdoba. Suposiciones, solo rumores, pero algún trabajador ya estaba con la mosca detrás de la oreja. Incluso en la ciudad deportiva azul se comenta que "algo pasó en el descanso" contra el Córdoba.
A última hora de la tarde en el Tartiere se dejaron ver, entre otros, Joaquín del Olmo, el hombre del Grupo Carso en Oviedo; César Martín, responsable de relaciones institucionales y con mano en la dirección deportiva; el vicepresidente de la entidad, Manuel Paredes; el consejero Fernando Corral, el gerente David Mata, el responsable de la cantera Eduardo Rergis, y el delegado del primer equipo, Dani Bautista -jugador de la primera plantilla en la primera etapa de Egea-. No se dejó ver por el Tartiere Michu, el director deportivo azul, que ayer tuvo que enfrentarse a su primer mal trago, su primer marrón, desde que accedió al cargo hace menos de un mes. Aunque desde el club matizaron que el ovetense estuvo presente en todo momento. No obstante, según varias fuentes, a Michu le pilló la noticia de imprevisto. El futuro deportivo inmediato, tras el cese de Anquela y la llegada de Egea, es el reto que tiene ahora por delante el ovetense. El argentino llega hasta final de temporada. Luego a Michu le tocará tomar decisiones.
Del Olmo, sudadera blanca, gesto tranquilo pese a la situación, no paró de atender el teléfono. Corral y Paredes fueron los primeros directivos que abandonaron las oficinas, sobre las 20.00 horas. Lo hicieron justo antes de que se anunciara el regreso de Sergio Egea cuatro años después. Había pasado una hora del adiós a Anquela. Las reuniones en las oficinas azules se prolongaron hasta las diez de la noche. César Martín, Del Olmo y Rergis cerraban las oficinas y la era Anquela en Oviedo.
