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Egea mira hacia delante

El técnico se agarra al 4-4-2 para crecer Con el de Almería, el Oviedo solo se ha quedado sin marcar en 11 de los 72 partidos dirigidos por el argentino

En el partido en el que el Oviedo salió más atrevido a por el rival se vio una de las mejores versiones defensivas del equipo. Paradojas del fútbol. O no tanto. Defender lejos de tu área permite mantener el peligro a una distancia prudencial. Claro que también tiene sus riesgos, sobre todo si la presión no se ejerce con la diligencia adecuada: el peligro de dejar mucho espacio a la defensa de los zagueros es evidente. Pero el Oviedo fue un equipo trabajado, sólido, en Almería. Y acertó en una de las ocasiones de la que dispuso. Logró lo que en la exitosa carrera de Egea en el Oviedo es una constante: perforar la meta rival. Los equipos azules que ha tenido el argentino a su disposición tienen un carácter marcado ofensivo. En los Juegos Mediterráneos se pudo comprobar. Los números dicen que siguen la tendencia con el argentino en el banquillo carbayón: de los 72 partidos ligueros que Egea ha dirigido del Oviedo solo se ha quedado sin marcar en 11. Su Oviedo anota en el 84,7% de los encuentros.

El 4-4-2 se presenta como la marca personal que Egea quiere imprimir al tercer equipo azul que tiene a su disposición. El anuncio de un Oviedo ofensivo en su presentación se tradujo en la propuesta con dos delanteros que trataba de incomodar al rival en su propio terreno de juego. Egea ha sido técnico de pocas variantes tácticas en sus esquemas, una característica que le aleja de Anquela, más dado a combinar dibujos en su libreta. Con el argentino, el Oviedo ha formado básicamente con dos sistemas: el 4-2-3-1 y el 4-4-2.

El dibujo con media punta fue el elegido en su primera campaña en el club de la capital del Principado. Con Linares como afilada punta de ataque, gran parte del peso del peligro ofensivo pasó por las botas de Héctor Font. Media punta clásico, Egea no dudó en adaptar su libreta a las capacidades del ex del Villarreal. El once básico de aquel curso, lesiones al margen, fue el formado por Esteban; Nacho López, Vila, David Fernández, Bautista; Omgba, Erice; Susaeta, Font, Borja Valle; y Linares. El equipo fue campeón y ascendió en Cádiz logrando en la fase regular el 70,2% de los puntos en juego y anotando de media 2 goles por encuentro.

Para el salto a Segunda Egea decidió darle una vuelta de tuerca al equipo. Font fue perdiendo protagonismo y la presencia de una delantera de garantías (a Linares y Cervero se les sumaron Toché y Koné) provocó la evolución al 4-4-2, sistema no tan habitual en la conservadora Segunda. La aventura llegó hasta la 29.ª jornada con un equipo base formado por Esteban: Johannesson, David Fernández, Borja Gómez, Bautista; Susaeta, Vila, Erice, Borja Valle; Toché y Koné. Aquel Oviedo se quedó con el 52,9% de los puntos y anotó 1,4 tantos por choque. Iba tercero cuando Egea presentó su dimisión.

Ahora, en la nueva aventura, el argentino ha decidido recurrir al 4-4-2 para tratar de levantar al equipo. La primera prueba terminó de forma exitosa, con Ibrahima y Joselu merodeando el área y dos extremos con talento como Bárcenas y Berjón. El Oviedo volvió a marcar, como en otros 60 partidos de los 72 dirigidos por el argentino. Los azules sueñan con el play-off y Egea empuja hacia el objetivo fiel a su libro de estilo: mirando a la meta rival.

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