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La receta de Vili y Tomás para el ascenso

"Tiene que salir el carácter de los jugadores", coinciden los exfutbolistas azules, que ven en la llegada de Egea un "plus moral"

Tomás y Vili, ayer, en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo. FERNANDO RODRÍGUEZ

Vili (Llanes, 1956) llega a la plaza del Ayuntamiento de Oviedo y abraza sonriente a Tomás (Madrid, 1963), que llega puntual a la cita. Un simple gesto, un abrazo, que hace 21 años fue el más repetido en ese mismo escenario por toda la ciudad. Ahí enloqueció Oviedo celebrando el último ascenso a Primera División, en 1988. No había ni Whatsapp, ni Twitter ni Instagram, pero el champán sobraba.

"Se me escurrió una botella y no me cayó de milagro desde el balcón, como para acabar en desgracia después de ascender", recuerda Vili, un veterano en aquel equipo, 31 años, dirigido por Vicente Miera. "Él (por Vili) nos daba la estabilidad necesaria que aporta un veterano. Esa figura es fundamental", dice Tomás, que la temporada del ascenso tenía 24 años. Por la ciudad pasaron más de dos décadas, pero el oviedismo sigue hoy igual de vivo. O más. "Ascender ahora sería todavía más celebrado. Hay una generación entera que nunca ha visto al Oviedo en Primera División y se lo merece". Vili -cuarenta años en la entidad, primero como jugador y luego como gerente- y Tomás -centrocampista entre 1985 y 1989- rememoran el último gran hito del Oviedo y no descartan -siempre optimistas- regresar al Ayuntamiento a celebrar otro ascenso, esta vez como aficionados, si el equipo de Egea se mete en la promoción. "Ahora mismo la llegada de Egea, sobre todo, es un plus moral. Muchas de nuestras opciones dependerán del partido ante el Granada (hoy, 20.30 horas). Se verá si estamos capacitados, si valemos o no", asegura Tomás. Vili lo refrenda: "Tiene que salir el carácter de los jugadores, seguro que tienen a la afición a favor. Soy realista, el Oviedo no juega bien, pero ¿quién lo hace en Segunda? Por eso hay que ser optimistas, llegar a la promoción sería un paso adelante importantísimo. Mira cuántos subieron de tapados durante los últimos años...", asegura Vili.

El fútbol ha mutado desde 1988, y los futbolistas, también. "Nadie esperaba nuestro ascenso, pero no fue de casualidad. Ahora dicen que los jugadores tienen presión... Hay futbolistas que parece que no quieren jugar al fútbol sin que les piten de vez en cuando", reflexiona Vili, "este (señalando a Tomás) era un caradura, le pitaban y le daba igual. Pedía el balón, no se escondía. Un mediocentro total". Tomás fue toda la temporada muy crítico con Anquela. No entendía cómo no alineaba a dos delanteros, la primera medida táctica de Egea ante el Almería: "Había equipo para jugar mejor, Anquela se obcecó mucho. Con dos delanteros no tienes por qué atacar más, pero empiezas la presión con más poderío. Veremos qué pasa ahora", dice el madrileño.

El Oviedo, independientemente de lo que pase a final de Liga, está sembrando para el futuro. Así lo creen ambos: "El Vetusta, ahí es donde hay que pescar. Mira el caso de Jimmy. Los jóvenes que debutan aportan", dice Vili. Tomás le secunda y finaliza pidiendo paciencia con Jimmy, que juega donde él mismo hace décadas. "Calma, sería una locura meterle presión".

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