Sus condiciones físicas, unidas a un talento notable, le hacen posicionarse la mayoría de las veces de espalda a la portería. Una forma de vivir algo extraña para un delantero, raza que vive del gol. Pero la aportación de Ibrahima Baldé (Pikine, Senegal, 1989) va más allá de las cifras anotadoras. Ibra gana disputas y se ofrece como salida directa cuando el rival presiona a la defensa azul. Parece más asistente que anotador. Pero sus cifras realizadoras van, poco a poco, engordando. Su último registro, un zurdazo inapelable ante el Granada, le sitúa con seis dianas como el máximo anotador azul solo por detrás de Joselu (7) e igualado con Bárcenas. Lo suyo tiene que ver con la eficacia.
Ibrahima solo ha disparado hasta la fecha en 22 ocasiones. Una cifra baja para un delantero. Basta una comparación con sus compañeros para situar el dato. Folch, pivote con escasa presencia en el área contraria, lo ha intentado en el mismo número de veces. Lleva un gol. Hay cuatro jugadores entre los de Egea que han disparado en más ocasiones. Joselu lo ha hecho 43 veces; Bárcenas, 40; Berjón, 32 y Tejera, 25. Ibra, ejemplo de puntería, solo necesita 3,6 intentos para batir al meta contrario.
Precisamente, los últimos encuentros en casa, en los que Ibra ha sido premiado con la titularidad, han mostrado su versión más insistente. Ante el Córdoba y el Granada, el senegalés lo intentó en cuatro ocasiones, su máxima cifra en un partido en la presente temporada.
Los números de tiros a puerta siguen una tónica similar. Bárcenas es el futbolista azul que más prueba entre los tres palos: 21 chuts. Le sigue Joselu, con 17 y Berjón, con 13. Ibra se sitúa en el siguiente escalón, junto a Tejera, con 11 disparos a puerta.
También es el senegalés el futbolista que mejores cifras ofrece de goles por minutos disputados. El africano anota un tanto cada 191 minutos. Es el más efectivo. Los delanteros le siguen en este índice dentro del plantel azul. Joselu celebra un gol cada 318 minutos, mientras que Toché lo hace cada 350 minutos.
Ibra ha sido uno de los grandes beneficiados con el cambio de sistema. Tras convertirse en relevo de Joselu durante gran parte de la temporada, Anquela decidió apostar por él en el último enfrentamiento del jienense como técnico azul, ante el Córdoba. La llegada de Egea sirvió para mantener el status del africano, que ha disputado los 180 minutos en liza desde la llegada del argentino.
Además, el sistema con dos delanteros parece casar perfectamente con sus condiciones. Ibra se encarga de fijar a los centrales rivales, de ir a la lucha aérea y de dejar buenos balones para la llegada de los centrocampistas. Joselu, su acompañante en el once inicial, goza de más libertad para buscar desmarques al espacio o hacerse con las segundas jugadas. Los dos parecen congeniar en la punta del ataque.
Ahora, el Oviedo afronta la recta de meta con la necesidad de recuperar el terreno perdido en tan solo cinco semanas. Necesitará rozar el pleno para colarse entre los seis primeros. Y en ese intento de asalto de la promoción, Egea necesitará de la voracidad de sus delanteros. A la espera de los frutos de Joselu con el nuevo sistema, Ibra ya ha demostrado que su efectividad no se ve alterada con el nuevo dibujo.
