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Un triunfo que mira al futuro

El infantil del Oviedo se proclama campeón de su Liga 12 años después Los azules remontaron 5 puntos en la segunda vuelta

Jugadores y cuerpo técnico, tras proclamarse campeones en el Hermanos Llana. REAL OVIEDO

Justo a mitad de competición, el Oviedo infantil marchaba tercero en la tabla, superado por el TSK Roces y el Sporting. En la 19.ª jornada, los azules ya eran segundos, pero la distancia con los rojiblancos, cinco puntos, parecían insalvable: en una competición con tan pocos fallos, cinco puntos es un mundo. Once fechas después, el Oviedo se proclama campeón de primera infantil, el primer paso en el fútbol once. Si el equipo de Egea necesita un espejo en el que mirarse para cumplir con su particular remontada hacia el play-off, el infantil azul es un buen ejemplo.

Lo es por el esfuerzo de levantarle al Sporting una renta de cinco puntos y por la trascendencia de un título que se le resistía en los últimos 12 años. Las categorías inferiores del Oviedo van, poco a poco, levantando el vuelo tras los duros años en el barro, pero triunfar en las primeras divisiones sigue costando. La última vez que el Oviedo infantil fue campeón en su categoría, Héctor Nespral, ahora en el Langreo, comandaba el medio del campo. Fue en la campaña 2006-07.

Ahora, los chavales dirigidos por Alfredo Marchante cogen el relevo. Lo hacen amparados en su equilibrio en todas las líneas. Diego ha sido el mayor exponente del juego ofensivo de los azules, como máximo anotador de la categoría. Pero el ataque azul también contó con puntales como el habilidoso Dieguito, el capitán, o los incisivos extremos Sergio, Yoel y Pelayo.

Hay un par de momentos claves en la campaña de los azules. El primero, el sufrido triunfo ante el TSK Roces en la 20.ª jornada. Justo cuando el equipo parecía descolgarse del primer puesto. De no haber ganado, el Oviedo podría haber dicho adiós, pero se impuso 5-4. El otro punto de inflexión llegó con la victoria en el derbi (2-1), que le daba el liderato a los carbayones, a solo cuatro jornadas del final. La competición quedó marcada por la igualdad y los tropiezos de los de arriba. Basta un ejemplo: el Sporting se impuso los dos últimos años con 88 y 87 puntos. Esta vez, la exigencia para sumar hizo que los 75 puntos del Oviedo le sirvieran para superar a los 74 del Sporting.

El triunfo final se logró, con sufrimiento, con un empate sin goles en el Hermanos Llana el pasado fin de semana. Tras los 80 minutos sin variaciones en el marcador, llegó el estallido final, con una celebración merecida. La de un triunfo de una hornada que promete de cara al futuro.

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