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La Rosaleda, terreno para las emboscadas

El Málaga atraviesa problemas en su estadio: acumula siete partidos sin ganar como local

Lolo, despejando de cabeza en La Rosaleda ante Adrián y Pardo, durante el encuentro entre el Extremadura y el Málaga de esta temporada. LA OPINIÓN DE MALAGA

El Oviedo navega en la pelea por el play-off con una incomodidad que apenas había notado en los últimos años: el lastre como local no le ha permitido asaltar la zona de play-off. Tras los últimos empates en casa (cuatro consecutivos) parte de sus opciones pasa por mantener el buen rendimiento lejos del Tartiere. Pero lo que en Oviedo es una molestia, en Málaga se ha convertido en un problema de grandes dimensiones en las últimas semanas. Los andaluces acumulan siete encuentros sin ganar ante su gente y afrontan el choque ante el Oviedo como la oportunidad de quebrar su mala dinámica.

La última victoria del Málaga ante su público fue el pasado 19 de enero, cuando el equipo dirigido por entonces por Muñiz derrotó por 2-1 al Lugo. A partir de entonces, batacazo tras batacazo. El Málaga solo ha sido capaz de sumar 4 puntos de los últimos 21 en juego tras igualar con el Almería (1-1), Las Palmas (0-0), Deportivo (0-0) y Sporting (1-1) y perder ante Osasuna (1-2), Extremadura (1-2) y Mallorca (0-1).

Pero esa racha deficitaria de los últimos tiempos también es un arma con la que quiere contar el Oviedo. Conscientes de lo que cuesta sumar en el tramo final, los jugadores saben que cualquier detalle puede inclinar la balanza. Saber jugar con elementos externos al propio partido también es interesante. "Se vienen dando resultados positivos para los equipos visitantes porque, a veces, ser local puede pesar y hay que aprovechar su nerviosismo. Como trató de hacer el Granada con nosotros. Hay que manejar los tiempos", asegura Champagne, veterano en estas lides. Para el guardameta, el equipo está preparado para el reto: "En esta categoría todos los rivales son duros, pero nosotros no somos menos que nadie. Jugamos ante un equipo de Primera por presupuesto e historia. Pero creo que será una noche bonita, es un partido lindo de jugar".

Contra los problemas del Málaga en su feudo, los buenos números del Oviedo fuera de casa. En una marcha diferente a la de los últimos años, los azules se han acostumbrado a sumar a domicilio. Con Anquela, el equipo carbayón logró cinco triunfos lejos de su estadio: 2-4 en Córdoba, 0-2 en Lugo, 2-3 en Soria, 0-2 en Almendralejo y 1-2 en Elche. En Reus, el equipo logró los tres puntos de forma automática. Y el relevo en el banquillo parece, al menos de momento, no haber alterado el guion: el 0-1 con el que los azules despacharon al Almería en el estreno de Egea parece un buen indicio.

Y a los buenos números desde que el argentino se hiciera cargo de la nave (4 de 6 puntos en juego) se unen las sensaciones. "El equipo siempre ha competido, ya con Anquela, también con Egea. Con altibajos, pero competimos siempre, por eso tenemos opciones de meternos en el play-off. Cuando hay un cambio en el banquillo algunas piezas varían, es el estilo que quiere imponer cada entrenador", defiende Champagne. Las pruebas efectuadas en El Requexón parecen indicar que el Oviedo mantendrá su propuesta valiente de dos delanteros. Una forma efectiva de buscar el nerviosismo de La Rosaleda.

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