Egea, que le saca 19 años a Víctor Sánchez del Amo, se vio ayer con su pupilo 23 años después. Dirigió el argentino al madrileño en aquel brillante Castilla que deslumbró en Segunda en la 1995-1996. No es lo único que tienen en común el oviedista y el malaguista. Los dos luchan ahora en clubes de renombre por ascender a Primera División y ambos han sido llamados para ser los revulsivos en una campaña irregular. Víctor llegó una semana antes de Egea. Ayer le ganó la partida.
El banquillo