El Oviedo cayó esta tarde en Riazor en el primer partido de la temporada ante el Dépor (3-2) en un encuentro decidido en el minuto 89.

Los azules tuvieron graves fallos defensivos y, aunque llegaron a igualar un 2-0, acabaron sucumbiendo ante los de Anquela. Fue un encuentro de estrenos, con cuatro caras nuevas en el lado azul, Sangalli, Lolo, Cortina y Ortuño, y también un actor invitado: el vídeoarbitraje, que debuta este año en Segunda e intervino por primera vez para conceder un gol al Dépor anulado previamente por fuera de juego.

El Oviedo, hoy de naranja ante el equipo de Anquela, exazul, con cinco caras nuevas en el once, intentó salir mandón, pero le faltó posesión y colmillo en la primera parte. Todo lo contrario que el Dépor, que materializó las llegadas que tuvo y dio siempre sensación de peligro.

En el 16 Koné aviso robándole un balón a Carlos Hernández en el área. Y dos minutos después llegó el primero. Borja Valle, exoviedista, chutó y Alfonso la dejó muerta en el área. Koné llegó y la empujo. Ocón Arráiz lo anuló por fuera de juego, pero el VAR lo corrigió. Cerca estuvo el Oviedo de empatar gracias a un tiro de Mossa, pero el partido se fue al descanso con la mínima ventaja para el Dépor.

El Oviedo empezó bien la segunda parte y cerca estuvo de adelantarse por una doble ocasión de Lolo y Sangalli, sacada bajo palos por un defensor deportivista. Los gallegos, en otra imprecisión atrás, metieron el segundo por una jugada hilvanada. Aketxe la clavó en la red de Alfonso con un zurdazo.

Con el 2-0 parecía el partido acabado, pero el Oviedo sacó casta y orgullo para igualar en Riazor. Somma metió gol en propia tras una falta lateral. Era el 2-1 y quedaban veinte minutos. Y apareció Obeng, fichaje del Vetusta, que debutó en Liga de la mejor manera. De un cabezazo cazó un sensacional centro de Sangalli. 2-2 y sólo diez minutos por delante. Pero en el 88, Santos cazó un envío largo a Carlos, le hizo un sombrero en el área gracias un gran control, y anotó el 3-2. Un golazo antológico para poner la locura en Riazor provocar la primera derrota azul.