Rubén Reyes tampoco será el director deportivo azul. La posición firme de Raúl Martín Presa, presidente del Rayo Vallecano, y la negativa del Oviedo a negociar el pago por un traspaso han provocado que la candidatura del asturiano se haya descartado (salvo cambio radical en la postura del conjunto vallecano) y que desde la entidad carbayona ya se barajen alternativas. A algo más de un mes de que se abra el mercado de invierno, la dirección deportiva de Oviedo sigue sin reformar.

Reyes era el deseado después de un largo proceso de selección que se estiró durante semanas por dos razones fundamentales: su conocimiento de la categoría (lleva más de dos años en la secretaría técnica del Rayo) y su caché, adaptado a las necesidades de una institución que, desde la llegada de Federico González, hombre fuerte de Carso, se caracteriza por la contención en el gasto.

La operación surge del ofrecimiento del propio Rubén Reyes hace tres semanas. El perfil gusta en el club, en especial a César Martín, que bendice la llegada. La sintonía es total y el acuerdo queda perfilado a comienzos de semana, en una reunión a la que asisten miembros de la entidad carbayona, con González y Jorge Menéndez Vallina a la cabeza. A Reyes se le encomienda la labor de la reforma inmediata de una plantilla que necesita vitaminas, aunque antes hay que agilizar las salidas. Solo queda un último escollo: el Rayo, que tiene contrato en vigor con el exjugador azul.

El Oviedo confía en que Reyes pueda lograr la desvinculación, pero entonces llega la oposición de Martín Presa. El máximo dirigente rayista no se toma bien que el club azul haya negociado con su trabajador sin comunicarlo antes al club vallecano. Martín Presa echa en cara a los dirigentes azules incluso la filtración de la operación a los medios. Ante ese panorama, y conocedor de que la situación del Oviedo es urgente, dice que solo accederá a la salida previo pago. También pesa en la postura del presidente la inmediatez del mercado de invierno y la posibilidad de que los azules se aprovechen del trabajo efectuado por Reyes en los últimos meses en el Rayo.

El traspaso no es contemplado en ningún caso por los azules, que no pueden acometer más gastos en su balance, a pesar de que cualquier desembolso en la dirección deportiva no menguaría el tope salarial de esta campaña, y el fichaje se trunca.

El club azul vuelve a la casilla de salida. Sin Del Olmo como líder de la dirección deportiva. Sin Michu como secretario técnico con mando. Solo César parece hoy por hoy tener responsabilidades en una parcela que necesita actuar con celeridad, con el mercado de invierno acercándose.

La búsqueda de director deportivo ha vivido numerosos capítulos desde que la salida de Del Olmo instara al club a reforzar la parcela, acentuada después por la marcha de Michu, descontento con la deriva del club y su rol en el Oviedo. El casting del Marriot, donde se citó a diversos candidatos hace un mes, fue el inicio de un proceso que aún no ha encontrado el desenlace. Mientras tanto, los movimientos quedan en pausa en el club azul.