La entrada de Nieto en el Oviedo no fue tan plácida como se esperaba. Algo así como una continuación de su fichaje, una trama con representantes que acabó con excedente evidente en el lateral derecho. A Nieto le costó entrar en el equipo en un ambiente difícil: pocos entendieron su llegada en una de las posiciones mejor cubiertas. Sin salir Johannesson, se entendía además que el zaguero podría cortar la progresión de Lucas. Pero las dudas se esfumaron de un plumazo con su irrupción en el Carlos Belmonte.
Para que Nieto se luciera en aquella tarde, la de la segunda victoria fuera de casa (1-2), se juntaron varios factores. El primero, un equipo lanzado a por la victoria. Los que conocen a Nieto siempre han destacado sus condiciones ofensivas. En segundo lugar, el estilo que proponía Rozada: el de un equipo atrevido, que trataba de dañar a su rival en su propio campo. El Albacete dio fe de ello. Y por último, y no menos importante, la actitud de un futbolistas que nunca se dio por rendido.
A aquella actuación en Albacete, redondeada con su participación en el 1-2 de Borja, le siguió un salto cualitativo en los planes del técnico. Nieto, que hasta la jornada 11.ª había jugado tres encuentros, pasó directamente al primer plano. Fue titular en los cinco duelos que sucedieron al punto de inflexión del Belmonte. Rozada había encontrado el remedio para una posición, la de lateral, sin un inquilino fijo: Johannesson, Lucas y Sangalli se habían sucedido en el carril diestro.
Tras el empate sin goles ante el Sporting, Nieto sufrió problemas musculares en la semana de trabajo en El Requexón. El cuerpo médico aconsejó descanso de cara a la cita de Las Palmas. Y el equipo le echó en falta. Sangalli regresó al lateral, pero no pudo repetir actuaciones pasadas. Los dos primeros tantos de los canarios llegaron en acciones por esa zona, con Sangalli desubicado.
Ahora, la presencia de Nieto en los planes de Rozada supone un quebradero de cabeza menos para el técnico. Siempre que se haya recuperado por completo de las molestias, el lateral apunta al once inicial en el decisivo encuentro ante el Rayo de mañana. Su influencia en el juego de los azules es evidente. Nieto aporta conducción, llegadas al área y ese toque de improvisación que es difícil de prever en las libretas de los entrenadores rivales. A pesar de su posición como defensa y de que solo ha participado en 9 de los 17 encuentros disputados hasta la fecha, Nieto es el quinto jugador del Oviedo que más centros pone al área, con 17. Solo le superan: Saúl Berjón (52), Sangalli (34), Borja Sánchez (30) y Mossa (29).
La línea defensiva sigue siendo el foco de mayores problemas que se está encontrando Rozada en la puesta a punto de los suyos. Solo Arribas parece indiscutible en los planes del técnico en estos momentos, además del propio Nieto, siempre que no tenga problemas físicos.
El Vetusta quiere volver a sonreír. Rozada empleará la jornada de hoy para terminar de perfilar su equipo para el duelo ante el Rayo a puerta cerrada en El Requexón (10.30 horas). En el mismo escenario tendrá lugar a las 15.45 horas el choque entre el Vetusta y el Getafe B, un duelo que se antoja esencial para que los de Cañedo logren dar la vuelta a una situación que se ha complicado en las últimas semanas. Los azules acumulan cuatro partidos sin ganar y ocupan en estos momentos posición de promoción de descenso. El Getafe B, penúltimo, luce un punto menos en la tabla.
