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Francesc Arnau, el elegido

El Oviedo llega a un acuerdo con el exportero para hacerse cargo de la dirección deportiva hasta 2022 - El ex del Málaga, ya en Asturias, cumple con las exigencias azules: conoce la categoría y se adapta a un caché discreto

Arnau conversa con Míchel en la etapa de ambos en el Málaga. EFE

Después de un largo proceso que se ha alargado durante meses, el elegido es Francesc Arnau. La negociación se aceleró en la tarde de ayer y el Oviedo hizo oficial el acuerdo pasadas las 11 de la noche. El entendimiento hace que Arnau, que ocupó el mismo cargo en el Málaga, se comprometa con los azules hasta junio de 2022.

Tras varias conversaciones en las últimas, como parte de un largo proceso que ha pasado por varias fases y que acabó con el ciclo de Michu en el club azul, Arnau cerró ayer con los dirigentes azules el acuerdo por el que se convierte en la nueva cabeza visible de la dirección deportiva carbayona.

Arnau, de 44 años, fue un guardameta que creció en el Barcelona, donde alcanzó el primer equipo para formar parte de las plantillas culés entre 1998 y 2001, aunque sin mucho protagonismo (32 partidos entre todas las competiciones). Por eso salió rumbo al Málaga, donde sí hizo carrera. Jugó con los andaluces entre 2002 y 2011, 10 campañas con mayoría de presencias en Primera: 8 cursos.

Su despedida de los terrenos de juego fue en mayo de 2011, precisamente en el Camp Nou. Fue entonces cuando se pasó a los despachos, primero en la cantera del Málaga y, desde diciembre de 2015 como director deportivo de los malacitanos, en un ciclo que se extendió hasta octubre de 2017, cuando fue despedido.

Arnau se ha impuesto al resto de candidatos entrevistados. El club buscaba dos cosas fundamentales: alguien que conociera la categoría y su adaptación a un caché discreto en la profesión. Algunos de los directores deportivos tratados en las últimas semanas aseguran a LA NUEVA ESPAÑA que la oferta azul se sitúa entre los 70.000 y 80.000 euros anuales, una cantidad lejana a la que se suele ofrecer en cargos similares en otros clubes. Desde la llegada de Federico González a los órganos rectores del Oviedo, en teoría como asesor de forma provisional, la contención en el gasto es la nota más destacada en el día a día. Y la contratación de un director deportivo también debe pasar por ese filtro. La designación de Arnau pone fin a una larga sucesión de reuniones que tuvieron como consecuencia directa la salida de Michu de organigrama del club. El secretario técnico tomó la decisión después de que trascendiera que el Oviedo se había reunido con varios directores deportivos en el hotel Marriot, de Madrid, para negociar su llegada el pasado 24 de octubre. Michu decidió dar un paso al margen al considerar que no se contaba con él. En aquel encuentro, los dirigentes azules (Vallina y Federico González) trataron con perfiles tan diversos como Javier Recio (actualmente en el Mallorca) o gente sin contrato como Corona (exAlmería), Jordi Lardín (exEspanyol) o Bello (exDeportivo).

Rubén Reyes fue en un primer momento el elegido por el Oviedo. El acuerdo con el analista del Rayo era total, pero el presidente del conjunto madrileño, Martín Pesa, se negó a su salida. Fue entonces cuando el club activó el plan B.

La misión inmediata de nuevo componente del organigrama será dirigir los movimientos del club en el próximo mercado de invierno, al que el club acudirá para mejorar el nivel de la plantilla. Con el tope salarial agotado, la prioridad será la de dar salida a alguno de los activos para liberar parte del espacio salarial. Las prioridades del equipo están marcadas desde hace tiempo.

El Oviedo necesita, al menos, un central y un medio centro, posiciones que ya se habían mirado en el pasado verano, en especial el ocupante de la medular, llegando incluso a un acuerdo con Dani Torres, del Alavés, aunque la falta de tope salarial echó abajo la operación a última hora.

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