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El "Alcorconazo" fue azul

Unos 300 espectadores animan a los de Rozada en Santo Domingo y presencian la primera victoria en el estadio más hostil

Diego Rodríguez, Luis García, Nuria Argüelles y Yago García. N. A.

David y Pablo García, hijo y padre, acuden con ilusión al partido. A pesar de que los antecedentes no eran buenos (el Oviedo siempre había perdido cuando le había tocado jugar en Santo Domingo), la posibilidad de ver a su equipo en directo era el mejor gancho. Los dos residen en Guadalajara, pero portan orgullosos la zamarra oviedista. Toca hacer patria.

El sentimiento azul viene por razones familiares, desde Naraval (Tineo). "Este año ya nos toca ganar en Madrid, que hace tiempo que no lo hacíamos", comentaba David una hora antes del encuentro a las puertas de Santo Domingo, el humilde estadio del Alcorcón que tan malas noticias le había traído siempre al oviedismo.

El ejemplo de David y Pablo no es aislado. Jugar en Alcorcón, y en general en los alrededores de Madrid y en la misma capital, supone una ocasión única para una parte especial de la afición azul: la que ha tenido que emigrar a Madrid por razones laborales o de estudios. Por eso, entre los cerca de 300 oviedistas congregados en la grada, se percibía una especial ilusión.

Como Iván Martínez y Gabriel Sangrador, de 9 años, que viven en Móstoles pero que no dejan escapar la oportunidad de ver a los suyos en directo. O los hermanos Diego y Gabriel García, en Madrid desde 2012. "Esperamos dar suerte al Oviedo", decían en la previa, acompañados por su padre.

También los hubo que se desplazaron desde Asturias. Como Diego Rodríguez, Luis García y Nuria Argüelles, junto al pequeño Yago García, oviedista que portaba dos camisetas: la azul de su equipo y una amarilla, del Alcorcón, un obsequio de su amigo Richard Boateng, ex del equipo carbayón.

E incluso había rivalidad compartida. Como Dani Pereira, socio del Alcorcón -bufanda amarilla en mano- y su amigo Arturo García, madrileño con familia en Oviedo y Cangas de Narcea, que lucía orgulloso la camiseta azul.

Todos, los emigrados y los que viajaron desde Oviedo, acabaron el partido con una sonrisa de oreja a oreja. El 1-3 deja a los azules más lejos de la zona comprometida y acaba de un plumazo con el mal fario de los azules en su campo más hostil hasta el momento. El "Alcorconazo" (la recordada victoria de los alfareros ante el Madrid en la Copa) fue esta vez azul".

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