Santo Domingo, por su proximidad con Madrid, es una plaza donde se suelen agolpar ojeadores del fútbol español. El pasado viernes, por ejemplo, en el duelo Alcorcón - Oviedo, había acreditados cazatalentos de Alavés, Leganés, Mallorca, Getafe y Brentford (de la Championship, segunda categoría inglesa). En las libretas de algunos de los enviados, un nombre subrayado: el de Borja Sánchez. El canterano, a sus 23 años, ha abandonado en tiempo récord su condición de promesa para convertirse en una de las más atractivas realidades de Segunda División. El Oviedo no quiere que la explosión del futbolista le coja a contrapié y quiere mejorarle sus condiciones contractuales. El objetivo inmediato: elevar su cláusula, que actualmente es de 3 millones de euros.
Francesc Arnau ya encara la primera labor de cierta urgencia sobre la mesa. El nuevo director deportivo tiene en su lista de tareas inmediatas reunirse con los representantes de los futbolistas del primer equipo para explicar sus planes para el futuro, unos encuentros que comenzarán esta misma semana, y la reunión con los agentes de Borja ocupa un lugar preferencial entre sus objetivos.
La entrada del catalán en el club no permite tiempo de adaptación, con el mercado de invierno tan próximo y la necesidad de forzar salidas para liberar masa salarial y poder acometer algunos refuerzos. Pero la negociación con Borja se cuela entre las operaciones prioritarias por la irrupción del futbolista en la categoría en los últimos meses.
Tras ser olvidado por Anquela los dos pasados cursos y defenestrado por Egea en el primer mes de competición, la llegada de Rozada al primer equipo ha servido para hacer que el media punta explote todas sus virtudes. Su impacto es tal que varios equipos de Primera ya han preguntado a su entorno por las condiciones contractuales de Borja. De ahí el apremio por elevar su cláusula.
Porque los 3 millones de euros se considera una cifra asequible para cualquier conjunto de Primera. Un ejemplo, el Valencia pagó el año pasado más de cinco millones de euros al Cádiz por Manu Vallejo, aunque le dejó cedido en el conjunto gaditano hasta finalizar la campaña. Como ahora Borja, el cadista acababa de aterrizar en la categoría.
En el caso del ovetense, la opción de venta es menos golosa para los azules ya que las condiciones firmadas en su día en el convenio de acreedores (vigente hasta 2023) indican que un porcentaje de su traspaso iría destinada a pagar deuda. En el caso de las ventas cifradas entre 3 y 6 millones, el 30% correspondería a los acreedores. Es decir, si un equipo apuesta por Borja y abona su cláusula, el Oviedo podría perderle y solo recibir 2,1 millones de euros.
Borja se ha hecho con el mando de las operaciones ofensivas tras un crecimiento en el que se había atascado el último paso. En sus dos años en el Vetusta, Anquela apenas le dio la oportunidad de mostrarse en 6 minutos ante el Nàstic de Tarragona. Después, pasó al olvido. Ya de cara a esta campaña, el club le dio ficha con los mayores, pero Egea no le dio vuelo. En las primeras cinco campañas, Borja apenas participó en 19 minutos ante el Elche, en el último encuentro de Egea como técnico. A partir de entonces, su situación ha cambiado de forma radical.
Borja suma ya 974 minutos en la campaña, después de haber jugado en todos los partidos desde la llegada de Rozada, titular en diez de ellos. Con tres goles en su hoja de servicios, se ha convertido en el tercer futbolista azul con más dianas, solo por detrás de Ortuño (10 tantos) y Bárcenas (6).
La situación de cierta intranquilidad en el club carbayón contrasta con la tranquilidad que reina en el entorno del futbolista. La llegada de Borja a la élite se ha producido más tarde de lo esperado (tiene 23 años, aunque muchos auguraban su salto mucho antes) y uno de los factores de más peso para que se produjera ha sido Javi Rozada. Con un futuro incierto en el Madrid, Borja decidió hace dos temporadas apostar por el regreso al Oviedo, al filial, aunque supusiera un paso atrás para jugar en Tercera División.
Fue la presencia de Rozada la que impulsó su llegada y la continuidad el curso pasado. Ahora, el paso adelante esperado también ha sido con el ovetense. Por eso, el entorno del futbolista considera que en esta fase de crecimiento lo más importante para el chaval es seguir de la mano del Oviedo. A pesar de los cantos de sirena, la prioridad del futbolista es el club azul. Ahora, es el Oviedo el que debe mover ficha.
