El Oviedo cayó a la tercera. Los azules perdieron esta tarde ante el Cádiz, líder de la categoría, al que le bastaron un par de acercamientos peligrosos y un gran ejercicio defensivo de puro oficio para cantar bingo en Oviedo 42 años después. El equipo azul, que llevaba a la cita tras dos victorias seguidas, guarda una distancia de dos puntos tras la derrota. Pese a la derrota, el conjunto azul no mostró una mala versión ante el campeón de invierno de Segunda, aunque le faltó el colmillo ofensivo necesario para crear ocasiones claras de gol. En noventa minutos, los azules solo tiraron dos veces a puerta en el Tartiere. El Oviedo despedirá 2019 en Santander ante el Racing.

El Oviedo entró enchufado al partido. Los de Rozada, que repitió la misma alineación por tercera vez consecutiva, salieron atrevidos, sin complejos ante el líder. El Cádiz le dejó la iniciativa del juego al Oviedo, que amasó mucha posesión de balón y realizó un buen ejercicio de labores defensivas. Los azules tuvieron varios acercamientos con cierto peligro, pero solo tiraron una vez a puerta. Las mismas que el Cádiz, lo que le valió para irse al descanso con ventaja en el marcador.

Bárcenas puso en apuros a la defensa del Cádiz en una internada que acabó sin tiro y Borja Sánchez, en una jugada de quilates, no logró empalar una pared con Tejera. Esos fueron los acercamientos con cierto peligro del Oviedo, que pese a mostrar una buena versión lo lograba penetrar la dura defensa cadista. Los azules, además, no pasaron casi apuros con un Arribas cada día más líder de la defensa. Sin embargo, el Cádiz, equipo con oficio, con las cosas claras, aprovechó el único resquicio que le dejó el Oviedo en toda la primera parte.

Un buen centro de Salvi desde la derecha lo remató de cabeza Álex Fernández, que entró sin marca, desde el corazón del área. Tejera lo intentó desde lejos en el 39, en el que fue el primer tiro a puerta azul. El gol amarillo fue un sopapo para el Tartiere, en casi el único acercamiento con peligro del Cádiz, que puso su foco en el colegiado del encuentro, el riojano Ocón Arraiz, que tuvo una tarde desafortunada. El Cádiz sacó un córner a falta de cinco minutos para el final y Fali le propinó un codazo en la cara a Christian Fernández, que le respondió con un golpe y se quedó tendido en el suelo antes de ser atendido por los servicios médicos. No hubo VAR. Sí bronca de lo lindo en el Tartiere. Con sonido de viento hacia el colegiado, que ya casi no cesaría hasta el final, se llegó al descanso.

El Cádiz salió de vestuarios decidido. En cuatro minutos sacó tres córneres. Pero el Oviedo no se echó atrás y se estiró en el ataque. Nieto tuvo un buen tiro desde fuera del área tras una gran jugada y Borja, tras una buena pared con Tejera, tiró con la zurda flojo al portero. El partido seguía un guion similar al de la primera parte, con el Oviedo dominando, metido en el partido ante un cómodo Cádiz en tareas defensivas. Aunque los amarillos, en una oleada de ataque, volvieron a aprovechar una rendija. Álex centró al interior del área y Querol remató a la red. El árbitro anuló la acción por fuera de juego pero el VAR intervino corrigiendo la acción y dando gol legal. El partido se ponía cuesta arriba para el Oviedo. 2-0 a falta de veinte minutos.

El Oviedo siguió intentándolo tras el mazazo, aunque el Cádiz parecía cómodo ante las internadas del Oviedo. Rozada metió a Ibra y acabó con tres delanteros, ya que Obeng había entrado con 0-1 por Borja Sánchez. Cerca estuvo Christian Fernández de reducir distancia gracias a un cabezazo en el 82. Con el Oviedo intentándolo y una tangana entre jugadores que no fue a mayores acabó el encuentro.