El entrenador del Oviedo, Javi Rozada, destacó tras la derrota de ayer ante el Cádiz que "el equipo tuvo una actitud buena, pero no nos dio para ganar ante un equipo que ha demostrado por qué tiene 40 puntos. Interpretamos bien el inicio del partido y tuvimos varias acciones de mucho peligro, pero ellos en la primera que tuvieron, en un error nuestro, marcaron. No es fácil jugar contra el Cádiz cuando se pone por delante en el marcador y luego, en la segunda mitad, estuvieron mejor que nosotros". Rozada indicó que "es una derrota que duele porque en el Tartiere tenemos que competir con cualquier rival. Tenemos que hacernos fuertes en casa en la segunda vuelta".

El entrenador azul señaló que "la acción entre Christian y Fali nos descentró y nos sacó del partido" y al analizarla aseguró que "me ha parecido de las mayores vergüenzas que he visto en el fútbol. No entra en la cabeza de nadie que esa acción no sea revisable. Valía más que no me la hubieran enseñado en el descanso. Me quedo asustado". E incluso fue más allá: "Si no es por el VAR tendríamos ocho puntos menos, los árbitros tienen que mirárselo. En Málaga pasó lo que pasó, ante el Almería hay una mano que se queda sin señalar. No podemos luchar contra eso, hay que hacer autocrítica". Sobre su polémica con el técnico del Cádiz, Rozada dijo que "una persona del banquillo del Cádiz sale y manda sacar rápido a Cifuentes, cuando tenemos un jugador en el suelo. Pensé que eso no pasaba en el fútbol profesional. Con 0-2, en el minuto 90. Ahí es cuándo se ve a las personas".