Muchos de los que siguieron sus pasos desde las categorías más humildes coincidían en su análisis: Rozada podía llegar lejos en los banquillos, le avalaba su trabajo, pero tenía que controlar su carácter. Sus frecuentes discusiones con los árbitros le hicieron perderse muchos choques en su etapa en el Lealtad. Sin embargo, en los últimos tiempos el ovetense había logrado serenar sus ánimos: en lo que va de temporada, entre el Vetusta y el primer equipo azul, Rozada no ha visto ninguna amarilla. Pero el final del choque de El Sardinero, y la descripción del acta, puede costarle al entrenador su primera sanción en el Oviedo.

El momento de máxima tensión llegó en la última acción del encuentro, cuando Ibra chocó con Alexis y cayó al suelo. El árbitro paró el choque para atender al pinganillo y su siguiente decisión fue decretar el final del choque. Tras hacerlo, Rozada salió al terreno de juego directo hacia el trío arbitral, pero Christian, Lolo y Cortina le detuvieron.

Ya en los vestuarios, el colegiado redactó en el acta que Rozada tuvo que ser sujetado "fuertemente por varios jugadores" en el terreno de juego y que ya en el túnel de vestuarios le gritó "a un metro de distancia" y a viva voz: "¿Qué haces? ¿Qué haces?".

A pesar de la redacción del acta, en el Oviedo se tiene confianza en que no le caiga ninguna sanción. Argumenta el club que no medió ningún insulto y que, síntoma de que el asunto fue leve, el colegiado no le enseñó ninguna cartulina, cosa que podría haber hecho aunque hubiera decretado el final del choque. El caso está en manos del comité de competición, que decidirá conforme al acta. Fuentes de la Federación explican a LA NUEVA ESPAÑA que si el comportamiento es considerado como una "desconsideración" la sanción sería de entre 2 y 4 partidos y, al tratarse de una conducta "leve", se le aplicaría la mínima de dos encuentros, con lo que Rozada podría perderse los choques ante Málaga y Almería, los dos primeros de 2020.

La sanción más llamativa en la carrera de Rozada sucedió en el duelo decisivo con el Lealtad por el ascenso ante el Puertollano. En aquel choque, el técnico fue expulsado, pero el árbitro recogió en el acta que siguió dando indicaciones a sus hombres en vez de retirarse a los vestuarios. Le cayeron 7 partidos de sanción. El colegiado era el gallego Muñiz Ruiz, el mismo que dirigió el sábado en Santander.