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Adiós al último del ascenso

Diegui Johannesson, que se va cedido al Cartagena, era el único que quedaba en el Oviedo del equipo que subió a Segunda

Diegui Johannesson dirige a sus compañeros del Oviedo en un saludo vikingo en el Tartiere. A la izquierda, Javi Rozada habla con él en el partido ante el Extremadura, el último que disputó. J. RUS / I. COLLÍN

La temporada ya comenzó mal para Diegui Johannesson (Villaviciosa, 1993). El fichaje de un tercer lateral derecho, Juanjo Nieto, era una mala señal para él. El Oviedo había decidido apostar por Lucas Ahijado, al que subió del filial con ficha del primer equipo, y encima se reforzaba con otro jugador para la misma posición. Una redundancia que no podía durar demasiado para un puesto en el que suele haber pocos relevos.

Los malos augurios parecían no serlo tanto cuando, en las cuatro primeras jornadas de Liga, el de Villaviciosa jugó dos partidos de titular y otros dos saliendo desde el banquillo. El entrenador que le dio la alternativa en su día, Sergio Egea, seguía apostando por él cinco años después. Lo malo es que nada estaba funcionando en el Oviedo y en las cinco primeras jornadas de Liga solo habían sumado un punto, lo que le costó el puesto a Egea. El nuevo entrenador, Javi Rozada, llegado desde el filial, también le dio la oportunidad a Diegui Johannesson y le puso de titular en su primer partido como técnico azul, el que empataron (1-1) en casa frente al Extremadura. Ese fue su último partido con la camiseta del Oviedo.

Tras casi cuatro meses sin jugar, sin tener una oportunidad ni siquiera en el partido de la Copa del Rey que los azules perdieron ante el Badalona, Diegui Johannesson se marcha cedido al Cartagena, club que se hará cargo del 75% de lo que le queda al asturiano por cobrar esta temporada. Una vez que acabe el curso, volverá a ser futbolista del Oviedo, puesto que le resta un año más de contrato.

El adiós del internacional por Islandia es también el fin de una época en el Oviedo, la del ascenso a Segunda, de la que ya solo queda como testigo el delegado, Dani Bautista, que formó parte del conjunto que ascendió a los azules a Segunda División en la temporada 2014-15. Diegui Johannesson era el último superviviente que quedaba en el equipo azul de esa plantilla. Fue precisamente esa la temporada en la que explotó este lateral derecho que, como muchos otros, fue reconvertido tras comenzar su carrera como extremo.

El lateral titular de aquél equipo era el también asturiano Nacho López y Diegui, entonces en el filial, que jugaba en Tercera, consiguió convertirse en su sustituto habitual y ser uno más de la primera plantilla. Un equipo que arrasó en Segunda B y que se proclamó campeón de esta categoría tras doblegar, ya con el ascenso conseguido en Cádiz, al Nástic de Tarragona a doble partido. Esos dos últimos partidos de la temporada los jugó de titular.

Al margen del ascenso, la de Diegui Johannesson fue una de las mejores noticias para el Oviedo esa temporada. Un jugador de la casa que se hacía un hueco en el primer equipo era también una demostración de que el trabajo con la cantera estaba creciendo al ritmo del primer equipo. Más tarde llegaría el ascenso del filial a Segunda B, acortando el camino y haciendo cada vez más habitual el tránsito de uno a otro.

Pero a Diegui aún le quedaban muchas batallas por librar para hacerse con un hueco en el primer equipo. Tras el ascenso, se incorporó de pleno derecho a la plantilla que seguía dirigiendo Sergio Egea, ya en Segunda División, aunque el fichaje del cordobés Fernández, que llegaba como uno de los refuerzos importantes, volvía a ponerle las cosas complicadas. Una vez más, el asturiano ganó la batalla y entre las jornadas 11 y 28 fue titular en todos los partidos menos en uno. La salida de Egea también supuso el cambio en el lateral y Fernández, una apuesta importante del club esa temporada, acabó haciéndose con el puesto en lugar de Diegui. Al año siguiente, con Hierro en el banquillo, la apuesta volvió a ser por el lateral cordobés, aunque Diegui, siempre paciente, terminó siendo titular en la segunda parte de la temporada. Las dos pasadas temporadas, con Anquela como entrenador, el internacional por Islandia fue indiscutible.

Diegui, que estuvo cerca de jugar un Mundial con la selección del país de su padre, Islandia, pone fin a su etapa de azul, en la que ha disputado 108 partidos en Segunda. El reto que afronta ahora le suena: ascender de Segunda División B hasta el fútbol profesional. Él conoce bien el camino.

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