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Y ahora... un delantero

El Oviedo llega a la mitad del mercado con parte de los deberes hechos y ya busca un ariete que le haga competencia a Ortuño

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El primer día de Lunin y Luismi en El Requexón, en imágenes

El mercado de fichajes de invierno llega al ecuador y el Oviedo ha hecho parte de los deberes a tiempo. Sobre todo, lo relativo a las salidas, con Diegui y Joselu lejos de Asturias y a la espera de buscar acomodo a Omar Ramos. Francesc Arnau, director deportivo, y David Comamala, secretario técnico, pudieron anunciar ayer los dos primeros fichajes de su proyecto, Lunin y Luismi. Ambos movimientos, cerrados desde hace varios días, no serán los únicos, pero tranquilizan a Javi Rozada, técnico azul, pendiente de llegadas para afrontar con garantías la segunda vuelta.

El foco, tras el fichaje doble, cambia de línea deportiva. El club azul concentrará ahora sus esfuerzos en la búsqueda de otra pieza más para el ataque, que tras la marcha de Joselu se queda con dos jugadores del primer equipo, Ortuño e Ibra -este último sin apenas participación- y con la ayuda de Obeng, del filial.

Fichar un delantero es uno de los retos que se marcó la nueva dirección deportiva de Arnau, que llegó al club en diciembre. En el Oviedo preocupa el desgaste físico que pueda tener Ortuño en una categoría tan larga como Segunda División. Además, aunque las prestaciones del delantero murciano han sido sobresalientes en la primera vuelta, 10 goles, al ariete le ha venido la sequía: solo un gol, de penalti ante el Rayo, en las últimas diez citas. La confianza en Ortuño es total (peso pesado en el vestuario y uno de los líderes indiscutibles en el campo) pero la entidad también tiene en cuenta el futuro. Ortuño está cedido por el Albacete y, aunque existe una opción de compra, lo más probable es que diga adiós en junio.

De ahí que se busque delantero. La condición era la marcha de Joselu, que finalmente prolongó su estancia un día más en Oviedo y hoy debe estar en Tenerife para pasar reconocimiento médico con el club canario y firmar su nuevo contrato. El abanico de posibles nueves es amplio y también se mira al extranjero. No obstante, el fichaje de un delantero se toma con más calma que el de Luismi y Lunin.

Con sus incorporaciones, el Oviedo ya ha cubierto dos de las posiciones esenciales para afrontar el segundo tramo de Liga. Especialmente la de mediocentro, un hueco que se quería reforzar ya desde verano, con Dani Torres como objetivo número uno. Luismi llega cedido por el Valladolid y, finalmente, con una opción de compra, según comunicó ayer el club, "sujeta a una serie de objetivos". Fuentes cercanas al Valladolid indican que, en todo caso, esa opción de compra incluida es difícil de asumir para el Oviedo. El club vallisoletano quiere que Luismi vuelva a sentirse importante tras dos años casi sin participar, pero no quiere desprenderse del jugador, de 27 años.

Caso distinto es el de Lunin, cedido por el Madrid hasta junio que se toma estos seis meses con el objetivo de adquirir rodaje y experiencia en un club de la exigencia del Oviedo, que ahora mismo busca sobrevivir en Segunda tras una primera vuelta decepcionante y alejado de su objetivo inicial. Lunin, catorce años más joven de Champagne, llega al Oviedo para ser el meta titular.

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