A Rozada se le nota feliz con los refuerzos que ha hecho el club hasta la fecha y satisfecho con la forma en la que su equipo está compitiendo los partidos, a pesar de que reconoce que no basta con merecerlo y que les toca ganar ya un partido. Tanto es así que el entrenador ovetense (que hoy volverá a sentarse en el banquillo tras dos partidos de sanción) aseguró ayer que si, con los fichajes de Lunin y Luismi y con la llegada de otro delantero, no es capaz de mejorar el nivel del equipo, será su responsabilidad: "Con este equipo, viniendo un delantero, tenemos que hacer una buena segunda vuelta; si no, sería un fracaso, en este caso mío". Lo que tiene claro es que la llegada del delantero es necesaria y que todo lo demás importa menos: "Con un delantero me quedo contento, lo demás que se haga está claro que, si es para mejorar, un entrenador no puede estar disconforme; pero vamos a tener muchas opciones donde escoger".

El entrenador de Oviedo siguió la línea de discreción del club para no cargar las tintas por el error arbitral que les costó el primer gol en la derrota (2-0) ante el Almería, aunque sí insistió en que se trata de acciones que determinan los partidos: "No quiero hablar, me parece un tema muy delicado, que decide mucho los partidos. Prefiero no hablar y centrarme en el partido del Huesca, el club tiene que tomar sus decisiones. El otro día estaba el partido (cuando le pitaron un penalti en contra) que podía pasar cualquier cosa".

También explicó las razones que le llevaron a alinear a los dos fichajes después de haber entrenado tan solo un día con el Oviedo: "Cuando vienen dos jugadores de Primera División y de tener continuidad en los entrenamientos y que yo considero que son importantes, que en la segunda vuelta van a ser importantes, pienso que cuanto antes se acoplen mejor; es cierto que lo que pasó el otro día en el segundo gol lo podemos achacar a falta de adaptación, aunque fue una casualidad, puede pasar también dentro de mes y medio", señalaba sobre el error de comunicación entre Arribas y Lunin en el segundo tanto del Almería. Algo que no impide a Rozada asegurar que se trata de "dos jugadores que van a jugarlo prácticamente todo".

Tampoco gustaron mucho a Rozada las palabras de Guti, entrenador del Almería, en las que insinuaba que el Oviedo había ido a por el empate y que no había tenido prácticamente ocasiones de gol en el Estadio de los Juegos Mediterráneos: "Pese a que se diga que nosotros no tuvimos ocasiones, para mí sí las tuvimos. Tuvimos una muy clara de Alfredo (Ortuño), un tiro de Omar (Ramos) desde la frontal, situaciones de Borja, muchos centros de Mossa que se quedaron cortos, mucho centro de Juanjo, es decir, el equipo tuvo muchas situaciones en el campo contrario". Una idea en la que insistió después: "El otro día en Almería yo el partido lo hice para ganar, es mentira que saliéramos a empatar; ahora, hay que saber ganar los partidos, el otro día el partido no lo ganas en el minuto 50, lo ganas en el 80".

En cuanto al Huesca, rival del Oviedo hoy (18.15 horas) en el Tartiere, reconoce Rozada que se trata de un gran equipo: "Va a ser un partido difícil, nosotros en casa tenemos que seguir apretando como estamos apretando y estar muy juntos porque en la parte de arriba tiene jugadores muy buenos".