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Delantero del Real Oviedo

Ibrahima Baldé: "El gol ante el Huesca me dio oxígeno, me sentí orgulloso"

"Me da vergüenza que me vean por la calle sabiendo que no estoy haciendo el trabajo que tengo que hacer"

Ibrahima Baldé, ayer, tras el entrenamiento. IRMA COLLÍN

Ibra tuvo uno de los momentos más bonitos de la temporada el domingo pasado, cuando consiguió en el descuento el gol del empate a 1 ante el Huesca en el Tartiere. Era el minuto 96 de partido, el delantero senegalés, de 30 años, salió desde el banquillo y consiguió un gol que al menos daba un pequeño respiro al equipo y cambiaba una mala sensación por otra algo más agradable. El ariete, en su segunda temporada en el club azul, no está teniendo apenas oportunidades esta campaña. En las pocas que ha tenido ha marcado dos goles en Liga y uno en Copa. Ibra pide su turno.

- ¿Qué sintió el otro día al marcar el gol del empate con el Oviedo?

- Me sentí orgulloso, es lo que viene en nuestro escudo, orgullo, valor y garra, y yo eso lo llevo a muerte. Sabía que iba a empatar, no lo sabía, lo sentía, no es algo que lo diga porque pasó. Se puede preguntar a compañeros, como Riki, Borja, Champagne, se lo dije, voy a marcar, voy a entrar y la voy a liar.

- Hizo un gesto para celebrar el gol ¿Lo puede explicar?

- Esa celebración no era la que yo le había dicho a Champagne. No era eso. Salió solo, por muchas cosas, porque un gol así me da oxígeno y me da a entender que tengo que seguir metiéndolos. Por eso, ese gesto tiene muchas cosas alrededor.

- ¿Se puede malinterpretar?

- Ha habido muchos rumores de que Ibra va a salir, tiene cosas fuera, y era verdad, tenía cosas afuera. La temporada pasada, cuando fui de vacaciones, que estuvimos a punto de meternos en el play-off y no lo conseguimos, yo ya tenía claro que quería seguir en el Real Oviedo por la gente, por el orgullo que lleva esa gente del Real Oviedo, de cómo se integran con el equipo, para mí eso es brutal, ir a un equipo que no tiene ese sentimiento a mí no me vale. Ese sentimiento yo lo vivo, llevo dos años aquí, pero parece que llevo muchísimos años por cómo me trata la gente, cómo me trata el club, la gente que tengo en casa, gente que me apoya de verdad, por eso yo al final me considero por una parte como asturiano, pero orgulloso, llevo muchísimos años en España y en Asturias, aquí en Oviedo, es el primera lugar donde he comprado una casa, porque me siento a gusto, mañana puede que no esté aquí pero seguramente volveré.

- ¿Cómo iba a ser esa celebración con Champagne?

- Era una celebración muy complicada. Lo que pasa es que Champagne me pillaba un poco lejos del banquillo, pero Champagne ya sabe lo que era y lo vamos a dejar así, lo dejamos para el siguiente gol, si estamos más cerca la vamos a liar en el banquillo.

- ¿Qué piensa de las niñas que estuvieron rezando al mismo tiempo que marcabas?

- El vídeo no lo había visto después del partido, lo vi el lunes, vine aquí a entrenar, que estaba aquí uno de mis amigos, Julen, que siempre lleva la bandera de Senegal, y me dice, vistes las guajas del vídeo, y le digo que no, y justo aquí, en El Requexón, me lo enseño y te juro que me quedé a cuadros. Le dije tienes que mandármelo. Estuve mirándolo veinte veces, iba al baño y estaba viéndolo, lo juro, estaba en el baño sentado, y lo miraba otra vez, guau, lo metí en mi cuenta de Instagram. Eso demuestra el orgullo que lleva esa gente, niñas de 12 años que lo viven. Lo vi en otra imagen de una chica que conozco el día que fuimos a jugar contra el Sporting. Se me quedará para toda la vida. Estaba llorando por el gol que me había anulado, lo veía y no sabía qué hacer. Para mí es un orgullo esa gente que le gusta su Real Oviedo y, aunque no estemos andando bien, viene siempre a apoyarnos. Eso tiene que ser algo que nos motive para seguir dando la cara, dándolo todo, muchas veces puedes jugar bien y no ganas, porque esto es fútbol, pero al menos hay que sudar, jugar e intentar ganar.

- Dice que estás muy a gusto en Oviedo, pero en el tiempo que lleva no ha conseguido una continuidad en el equipo. ¿Cómo lo lleva?

- Sinceramente cuando vuelvo a casa estoy jodido, al final es muy lindo estar en un equipo que la gente te quiere, pero al final lo que te gusta es jugar, competir, yo entreno de lunes a viernes para competir, para dar la cara, como un montón de jugadores, que están preocupados por la situación, ellos son oviedistas a muerte, a mí me pasa igual, estoy a gusto, sí, pero no al 100%, al final lo que quiero es competir, lo que quiero es ayudar, sufro cuando estoy fuera, sufro cuando estoy en la grada. Ha cambiado la situación, hay que saberlo, cuando estaba el otro entrenador no iba ni convocado, con Javier (Rozada) estoy teniendo minutos, estoy jugando más, estoy entrenando más, confía en mí, pero es cierto que me gustaría jugar más. El otro día en Badalona me llamó y me habló, me dijo que estaba orgullo de mí. Pero yo quiero más, como él, que seguramente quiere más también.

- ¿Cree que puede aportar algo para mejorar la situación del Oviedo en la clasificación?

- Claro, tenemos que aportar más para ayudar al equipo, ayudar al grupo, tenemos un grupo muy sano, tenemos que competir hasta el último minuto para ayudar al equipo.

- ¿Qué ha cambiado de una temporada a otra para que el Oviedo esté en esta situación?

- Ha habido muchísimas cosas fuera del campo. Hay cosas que son del club y hay cosas que son del futbolista. Cuando empiezas una temporada con dudas, con problemas, con altas y bajas, eso va a repercutir en el entorno. Hoy no estamos en la mejor situación para relajarnos, pero ha habido momentos peores, con el entrenador que se marcha, el director deportivo que se marcha, ha habido muchas cosas, y eso queramos o no repercute en el vestuario, en los jugadores. Pero también hay que ser responsable, y saber que este juego va con eso, y creo que ahora mismo, con la llegada de Luismi, de Lunin, también con los que estamos aquí, tenemos que estar juntos, unidos, saber que de esto comemos, de esto vivimos, y que tenemos que espabilar.

- ¿Cómo está la situación con Javi Rozada?

- Trabajar, trabajamos. A mi no me gusta mucho hablar de entrenadores, al final los que estamos en el verde somos los once y los que están en el banquillo. Muchas veces el entrenador te puede decir cómo tienes que jugar, y después el rival adentro está mejor que tú. Pero, desde que llegó Javi, es verdad que si estás viendo los partidos que hemos ganado, hemos perdido, también partidos que ha habido líos, como el del Almería o Santander, que son puntos que creo deberían estar en nuestro casillero. Pero después es que es fútbol. A veces son cosas que tu quieres y otras que están en la realidad. Seguramente Javi es el primero que está fastidiado por la situación en la que estamos.

- ¿Cree que merecerían estar en otra situación por lo que hacen en el campo?

- Por supuesto que sí. Javi Rozada, Javi Benavides y Segura saben analizar muy bien los partidos, lo que te dicen es lo que pasa en el campo. Después, somos nosotros mismos los que tenemos que cambiar la situación, somos nosotros los que tenemos que dar la cara, en todos los aspectos, ayudarnos, que los goles sigan entrando, que la defensa sepa que Alfredo lo va a meter, o Ibra, o Samu, o el que entre, el que esté, que siempre vamos a meter goles, que ocasiones vamos a tener. Luego, tenemos que defender, el primero yo, el delantero, yo, Alfredo€

- ¿Les vendría bien algo más de calma en el entorno de aquí a final de temporada?

- Sí. Tiene que haber más tranquilidad, cabeza fría, pero no estar en la zona de confort, la tranquilidad dentro del campo, manejar la situación de cada partido, intentar ganarlo, pero al mismo tiempo saber que no estamos en la zona que tiene que estar el Oviedo porque esta Liga sabemos lo que es, cualquier equipo viene y te gana, viene y te pasa por encima, ha pasado con un equipo que está último, gana al primero o gana a equipos difíciles, nosotros lo sabemos, tenemos jugadores que han jugado muchísimos partidos en Primera y Segunda, y tendremos que estar tranquilos y manejar los partidos e intentar ganar el máximo de partidos posible dentro de lo que queda.

- ¿Es tiempo de veteranos?

- La presión que puede manejar Saúl, Alfredo, Arribas, Ibra, Champagne, lo pueden manejar diferente, son gente que llevan muchos partidos, han estado en cualquier situación, en cualquier campo, con cualquier presión y siempre lo han manejado de diez. Los chavales es diferente, hay chavales que han empezado el año pasado, y lo han hecho muy bien, si siguen aquí es porque lo han hecho muy bien, por eso todavía siguen, hay que apoyar a esa gente, tener la tranquilidad suficiente e intentar ganar los partidos, si se puede ganar, ganar, y si no empatar.

- ¿Cómo le cambia la vida a un futbolista cuando las cosas no van bien?

- A mi me da vergüenza cuando estoy en una situación que no tengo que estar, y a la mayoría de mis compañeros también. Me da vergüenza llevar el coche del club y saber que ahora mismo voy de los últimos, me da vergüenza que me vean por la calle sabiendo que no estoy haciendo el trabajo que tengo que hacer para estar disfrutando fuera. El futbolista, cuando las cosas van bien, tiene que estar feliz, tranquilo; y cuando la cosa va mal, también tiene que estar tranquilo, y pensar qué es lo que tenemos que hacer, qué tenemos que cambiar, porque esto es una cosa de grupo, no es una cosa de Ibra o de Saúl o de Christian. Uno no solo no puede hacer nada. Cabeza fría, pero corazón caliente, siempre. Esa camiseta hay que defenderla a muerte, a veces te puede ir bien, a veces te puede ir mal, pero siempre dando la cara dentro y fuera del campo.

- ¿Qué es lo que le gusta tanto de esta tierra?

- La gente, como me ha acogido aquí, me siento a gusto con la mujer y después, se come bien, no hacen 40 grados, y cuando hace frío no hacen menos 20 grados, tenemos el tiempo perfecto para jugar y entrenar. Eso me gusta. Después, está el verde, la naturaleza, eso Asturias lo tiene, tiene playas cerca, todavía no he tenido tiempo para visitar y conocer Asturias todo lo que me gustaría. Voy de El Requexón a casa, salgo a comprar algo cerca, a veces cuando mi mujer me manda ir a comprar algo tengo que poner el GPS. Lo que más me ha gustado es la gente de Asturias, más que un sitio es la gente. Yo soy africano, senegalés, somos gente muy familiar. Conozco gente aquí, en la zona donde vivo, en San Lázaro, en la banda de Madariaga, que para mí es especial, tengo gente ahí que me hace sentir en casa, y eso me gusta, son gente a la que le gusta estar con la gente. Ver a este equipo estar lo más alto posible será un orgullo para mí esté aquí o no esté aquí yo, pero estaré feliz por lo menos, por saber que Ibra ya no está, pero por lo menos ha dejado a su equipo donde estaba. Ojalá de aquí al final de temporada dejemos el equipo lo más alto posible. Hay gente que sufre por este escudo, gente que conozco, que hablo todos los días, gente cercana, gente que le quedan seis meses para acabar contrato, que son de aquí, no quiero decir nombres, ellos lo saben, gente del vestuario, gente del club, por eso quiero que la situación cambie, por eso la gente que estamos tenemos que darle la vuelta a la situación.

- ¿Cómo es el día de Ibra?

- Salgo de aquí, compro el pan, voy a casa, lo primero que tengo que hacer es rezar, agradecer a Díos, y después de eso como con mi mujer, de tres a cinco, o de dos a cuatro, duermo la siesta, sí o sí, es fundamental para mí. Por la tarde, le dijo a mi mujer para ir a merendar a algún sitio. O quedo con Saúl, con Christian, a tomar algo. Luego vuelvo a casa, a veces no salimos a merendar y nos quedamos en casa y después Nexflit. Eso si no hay fútbol, si hay fútbol vemos fútbol.

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