El único movimiento oficial, uno que se esperaba desde hace tiempo. El Oviedo obtuvo en la tarde de ayer el Ok de la Liga para poder inscribir a Rodri Ríos y el futbolista, que se entrena en El Requexón desde hace una semana, está disponible para el duelo del domingo ante el Albacete. Detrás de esa operación, un sinfín de movimientos en los despachos. Un puzle con piezas de entrada y de salida que Francesc Arnau espera culminar hoy con la llegada de un central e incluso de un extremo. Para el primer objetivo, Simone Grippo será el elegido si nada se tuerce a última hora. Para el segundo, un paso previo: liberar algún sueldo más para tener espacio salarial.
La búsqueda de la seguridad defensiva ha encontrado un candidato idóneo en el suizo Simone Grippo, 31 años y 1,88 metros de estatura. El suizo completaba esta campaña su tercer curso en el Zaragoza, donde ha tenido una participación regular como alternativa en la zaga, aunque sin la vitola de titular indiscutible, para acumular hasta la fecha 13 encuentros de Liga, 11 como titular. Incluso jugó de inicio, y portó el brazalete de capitán, en la eliminatoria copera contra el Madrid del miércoles.
La falta de oportunidades y la llegada de otro hombre para la zaga (El Yamiq) han provocado que el zaguero busque su salida del Zaragoza. El club maño, que siempre ha valorado su profesionalidad, le ha dado todas las facilidades para terminar una relación contractual que se extinguía al final de esta temporada.
El Oviedo le ofrece al suizo una vinculación de mayor duración, más allá del 30 de junio, justo lo que deseaba el futbolista, que ha visto desde el primer momento la opción azul con buenos ojos. Para Arnau, Grippo complementaría el centro de la zaga, donde se habían asentado Carlos Hernández y Arribas en las últimas semanas, con Christian como solución a los males defensivos en Gerona. El de Grippo podría no ser el único movimiento en lo que resta de mercado: el plazo finaliza esta media noche. Menéndez Vallina reconocía ayer que el club había logrado margen en el tope salarial para hacer "uno o dos fichajes", gracias al patrocinio cerrado con Paso Honroso y a la reciente salida de Omar Ramos. De ahí que la inscripción de Grippo no corra peligro. Pero para la llegada de un extremo parece que será necesario liberar otro sueldo.
Ese es uno de los frentes de batalla de Arnau. La opción más encaminada, la salida de Javi Fernández al Villarreal B, parece ahora más atascada por el deseo del zaguero a seguir vestido de azul. La llegada de Grippo le priva de más opciones de jugar pero el defensa parece dispuesto a apurar sus oportunidades con Rozada a jugar en Segunda B.
Es aquí donde entra otro factor en juego: Lucas Ahijado, con una propuesta del Burgos, donde Michu ejerce de director deportivo, para hacerse con el lateral como cedido. Lucas mantiene, sin embargo, un planteamiento similar al de Javi Fernández y se muestra reacio a su salida. Confía en tener minutos a lo largo de la segunda vuelta. De la capacidad de convicción de Michu y del deseo de la dirección deportiva azul dependerá que Lucas salga cedido al equipo de El Plantío y que se pueda fichar a un extremo.
Vallina, ayer, lanzaba el aviso sobre lo que sucederá en las últimas horas del mercado de fichajes: "En el club se trabaja en salidas y en llegadas. Hasta el final puede haber movimientos; puede pasar cualquier cosa hasta mañana -por hoy- a última hora". Así, al Oviedo le espera hoy una jornada frenética, con dos objetivos sobre la mesa: culminar la llegada de Grippo y tratar el fichaje de un extremo que complete la plantilla a disposición de Rozada.
Steven Prieto, rumbo al Badajoz. Pero los movimientos no afectan solamente al primer equipo. El filial también está inmerso en una reconstrucción con la salida de alguno de los futbolistas que han sido importantes. Alarcón firmó hace días con el Burgos y Pierre Cornud regresó al Mallorca. El tercero en salir será Steven Prieto, que jugará a partir de ahora en el Badajoz, de Segunda B. El delantero ha ido perdiendo protagonismo en los planes de Cañedo y se ha decidido por un cambio de aires en busca de nuevos retos. El Badajoz es cuarto en el grupo IV de Segunda B.
