El Oviedo volvió ayer al trabajo en El Requexón para preparar el encuentro ante el Alcorcón. Se trataba de la primera sesión de entrenamiento tras la expulsión de Javi Rozada, entrenador azul, en Vallecas. El técnico conocerá hoy la sanción pertinente por sus protestas y en el club prevén que no será inferior a tres partidos. Para Rozada, en el foco toda la semana, ayer fue un día más en la oficina. Dirigió la sesión con intensidad: "Dejad de protestar", les dijo a sus jugadores durante un ejercicio, y mantuvo varias charlas con sus futbolistas.

Entre ellos Borja Sánchez, alejado del once en los tres últimos partidos y sin participar en Vallecas. También hizo un aparte con Lolo y estuvo muy cerca de Javier Benavides, el segundo entrenador, que, como le tocó tras la expulsión de Rozada en Santander, tendrá que adoptar un papel más protagonista. Arnau y Comamala, director deportivo y secretario técnico, presenciaron la sesión.

El vestuario cierra filas con el entrenador y no cree que su ausencia en la banda les vaya a afectar. Así lo dijo ayer Sangalli tras el entrenamiento. "El míster es importantísimo, pero también lo es el trabajo durante la semana y él estará. Tiene un cuerpo técnico en el que confía y nosotros también. Se le puede echar en falta, pero no habrá ningún problema, el equipo es lo suficientemente maduro", indicó el extremo derecho. Sangalli también comentó la marcha reciente del equipo azul. "Si seguimos de esta manera, la balanza se inclinará de nuestro lado, estamos haciendo buenos partidos. Nos tocan los encuentros en los que de verdad tenemos que sacar de tres en tres, porque son contra rivales directos", indicó el vasco, que el sábado se medirá a su exequipo, el Alcorcón, que todavía no ha perdido fuera de casa esta temporada. "Más cerca estarán de hacerlo", sentenció.