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"Marcar no se olvida, da igual la edad"

Cervero, que el domingo hizo un triplete con 36 años, suma ya 132 goles en Segunda B l "Creo en la salvación del Barakaldo y del Oviedo; al final, el buen trabajo tiene su recompensa", indica el delantero

Cervero, ayer en Oviedo, con los balones firmados por sus compañeros de sus dos últimos tripletes. IRMA COLLÍN

Dos de sus tres goles del domingo forman parte de su repertorio habitual: un reto a altas pulsaciones con el portero desde el punto de penalti. Un duelo en salvaje oeste. La fórmula es sencilla. Solo hay que esperar a que el meta ceda a un lado y empujar, suave, la pelota al otro. La novedad estuvo en el segundo tanto. "Mi hermano Miguel, que ve mucho fútbol, me había advertido de que el portero de la Real Sociedad B jugaba muy adelantado. Y me había fijado durante el partido", explica Diego Cervero. Así que cuando la pelota cruzó el centro del campo, lo tuvo claro: disparo desde la medular que se coló en la red. Un golazo. "Saizar -portero con el que coincidió en el Burgos- me escribió para felicitarme y me preguntó que qué había pasado por mi cabeza. Pues no lo sé", indica el delantero. Era su gol 132.º en Segunda División B.

"Marcar es algo que no se olvida: da igual la edad que tengas", señala a LA NUEVA ESPAÑA en uno de los dos días de descanso con el que el técnico, el asturiano Hernán Pérez, ha premiado a la plantilla del Barakaldo tras vencer (2-4) en Zubieta. Habla con conocimiento de causa: es el máximo anotador en activo de Segunda B y, según los datos del portal BdFútbol, el octavo de toda su historia desde que se tienen registros en la categoría.

La última vez que Cervero anotó un triplete vestía la camiseta azul de su Oviedo. Fue hace 7 años, tenía 29, y era el capitán de un equipo que sorteó el precipicio de la desaparición con una histórica ampliación de capital y caminaba hacia el play-off. Entre aquel 0-3 al Getafe y el 2-4 a la Real B hay más de un nexo: está el triplete, pero también la reacción de sus compañeros. "22 goles siendo un tuercebotas. ¡Yo no entiendo nada!", le escribió entonces en el balón de aquel encuentro su compañero Cerrajería. "¡Quién tuviera 3.247 años!", le dedica ahora el central Julen. "Un taruguillo como tú no puede hacer un hat-trick nunca", le espetaba Xavi Moré. "Segunda juventud, dame tu furgo", le suelta ahora el portero Rabanillo. El delantero es buen encajador.

Cervero llega a la cita con los dos balones. El más gastado, el firmado por sus excompañeros del Oviedo en 2013. Tuvo que esconder aquel balón para sacarlo de las instalaciones del Getafe. El nuevo, con reflejos amarillos, recién llegado de San Sebastián. El club donostiarra llamó al día siguiente al Barakaldo para preguntar por la pelota. El delantero ya se ha ofrecido a abonar su coste.

Al asturiano, el triplete le ha vuelto a situar en el foco tras unos meses de ostracismo. "Creo que he recibido más felicitaciones por estos goles que por el que marqué ante el Cádiz", dice mientras muestra los cerca de 100 mensajes de WhatsApp que aún no le ha dado tiempo a contestar en el móvil.

La nueva juventud goleadora de Cervero llega tras una decepción mayúscula. El Atlético Baleares le comunicó a un día de que se cerrara el mercado invernal que no contaba con él. El ariete se puso a buscar destino en tiempo récord y, aunque alguna oferta andaluza le sedujo en lo económico, prefirió optar por el Barakaldo, a las órdenes de Hernán Pérez. Ha fijado su residencia en Castro Urdiales, a 20 minutos de Baracaldo. Junto a él otros ocho futbolistas del equipo vasco han elegido la tranquilidad de la localidad cántabra.

El ariete forma parte de la amplia colonia de asturianos completada, además del delantero y del entrenador, por Rabanillo, Prendes, Héctor (lesionado ahora), Jairo Cárcaba y Álex Barrera. "Hay algo de piquilla con el tema Oviedo - Sporting, pero tenemos mayoría azul", indica Cervero. "Álex Barrera y Rabanillo hacen algo de oposición, pero el resto tiran al azul, incluso Prendes y Jairo que jugaron en los dos lados. Y a los neutrales ya les tengo ganados para la causa", añade, orgulloso.

Apuesta por el Oviedo de Rozada. El triunfo en Zubieta le da aire a los vascos en la tabla, esta semana fuera de los puestos de descenso. Con el Oviedo se ha vivido el proceso contrario, con los azules en la zona roja. Pero Cervero, fiel oviedista, confía en la reacción. "Estoy convencido de que el equipo va a salir de la zona de peligro, aunque no será fácil. Confío en el trabajo del entrenador", explica, antes de hacer una encendida defensa del técnico carbayón: "A Rozada nadie le ha regalado nada. Está ahí porque se lo ha ganado a base de resultados. Es un trabajador y estoy seguro de que sacará la situación adelante. Sus números son de salvación pero arrastra un lastre importante: cogió al equipo último con un punto. Merece que le vaya bien".

Cervero, con experiencia en situación de riesgo, relativiza la trascendencia de la cita del domingo en el Anxo Carro. "Para mí no es una final. Una final es cuando es un partido definitivo. En Cádiz sí vivimos una final, por ejemplo. Esto es diferente, un partido importante, pero quedan aún 14 y añadir más dosis de presión puede ser contraproducente", argumenta. Su conclusión, se puede aplicar a sus dos equipos: "Creo que tanto Barakaldo como Oviedo acabarán salvándose por una sencilla razón: el buen trabajo al final siempre tiene recompensa".

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