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El Oviedo cierra filas

Francesc Arnau y Federico González tratan de transmitir confianza a los asistentes al entrenamiento del Oviedo - Javi Rozada blinda a sus pupilos y el equipo completará cinco entrenamientos a puerta cerrada esta semana

Francesc Arnau y Federico González, ayer, en El Requexón. N. A.

Había transcurrido media hora del entrenamiento en El Requexón (caras largas, de lunes post derrota) cuando dos de las figuras más representativas de este Oviedo se acercaron a paso ligero a la zona ocupada por periodistas y el escaso público asistente. Son Francesc Arnau, responsable como director deportivo de todo lo que influye en el campo, y Federico González que, tras la etiqueta de asesor, lleva el peso de todas las decisiones de calado del máximo accionista en la entidad. La escena trata de calmar las aguas, revueltas, en una semana en la que el equipo se juega más que tres puntos en el Anxo Carro, feudo de un rival directo por la permanencia.

El encuentro es breve, apenas cinco minutos, y es "off the record", sin declaraciones. Arnau, que el domingo se desplazó a Ponferrada para ver el duelo entre Ponferradina y Extremadura (0-0), lleva la voz cantante y reconoce que la situación es complicada, que los resultados no son los deseados, pero expresa su confianza en que, entre todos, se revierta el escenario. Hay confianza en el trabajo del entrenador y de la plantilla, aunque en el club son conscientes de que esperan 14 finales. Federico González asiente cada afirmación del director deportivo.

Mientras se produce la reunión, el entrenamiento se desarrolla sobre el césped de El Requexón con un Javi Rozada que se expresa con su habitual vehemencia. A sus órdenes, la mitad de la plantilla. La otra mitad, los futbolistas con más minutos en el duelo ante el Alcorcón, trabajan en el gimnasio. Solo Lunin y Sangalli, entre los titulares el sábado, se dejan ver sobre el césped.

El ánimo está bajo, los futbolistas y el cuerpo técnico salieron tocados del choque ante el Alcorcón, el señalado por el entrenador como clave para fijar un punto de inflexión en la temporada. Ganar hubiera supuesto el refrendo a varias semanas de mejora en las sensaciones. Ahora, toca empezar de cero. Volver a pelear para sacar la cabeza.

La postura de Arnau y Federico González va en consonancia con lo expresado por la junta directiva en la reunión de urgencia del sábado tras la dolorosa derrota. En aquella reunión, los diferentes agentes del club expusieron su punto de vista sobre la situación. Primero, sin Rozada; después, ya con el entrenador. También intervino Arturo Elías desde México. La postura común, la que se esgrime en esa reunión, es que un cambio en el banquillo no es conveniente a estas alturas, que aún se considera en la reacción de la mano de Rozada. Pero la respuesta debe ser inmediata. Rozada encara la semana con la confianza del club y la necesidad de que el equipo sume. Para lograr regresar de Lugo con el botín, el entrenador protegerá a los suyos a puerta cerrada. Las sesiones entre hoy y el sábado se celebrarán en El Requexón sin presencia de público.

La reacción debe empezar por el Anxo Carro. Un duelo que puede marcar una tendencia. El club pide tranquilidad pero solo hay un camino para que esta llegue: los resultados.

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