El desgaste ha sido más que evidente, pero Rozada promete regresar. "Volveré de nuevo más preparado y más experimentado para asumir retos más ambiciosos en el club de mi vida". Para el ya extécnico azul ha sido una campaña frenética, la primera en el fútbol profesional, a cargo del equipo del que además es aficionado. Lo admitió el propio Javi Rozada cuando el martes salió de las oficinas del Carlos Tartiere. El Oviedo acababa de comunicarle el despido como entrenador. El técnico, visiblemente afectado, habló brevemente mientras se subía a su vehículo. "Los resultados no salen y lo acepto, no hay nada más que decir. Ganamos solo dos partidos de diez", se limitó a indicar.
Al día siguiente se despidió de la plantilla en la ciudad deportiva, tanto del primer equipo como del Vetusta. Ambos conjuntos estuvieron a sus órdenes durante esta intensa campaña. Al salir, tampoco hizo declaraciones. Entre los planes de Rozada, ahora está tomar distancia y oxigenar la mente. Por eso el ovetense tiene previsto trasladarse una temporada a Madrid para seguir empapándose de fútbol. Entre tanto, el técnico quiso despedirse ayer del oviedismo en una carta distribuida en los propios canales del Oviedo. "Suerte, Javi", le deseó el propio club. 425 palabras (once nombres propios) para resumir una temporada que para el ovetense ha acabado antes de lo esperado tras asumir el reto de salvar al Oviedo el pasado verano, en la jornada quinta.
En la misiva, Rozada aprovecha para hacer balance de su experiencia en la nave del Oviedo, un reto con que "soñaba" desde que empezó a ser entrenador. Sobre la campaña actual asegura irse "con la conciencia tranquila" y admite la falta de resultados como motivo del cese. Pero advierte: "Siempre me quedará la espinita de saber qué habría sucedido si me hubiera quedado toda la temporada". El ovetense, además, agradeció a la mayoría de las cabezas visibles del club que convivieron con él la confianza en su trabajo. Se acordó de todo el consejo, Vallina, Paredes y Corral. De los directores generales, Joaquín del Olmo (cesado en octubre) y Federico González. De César Martín, responsable de relaciones institucionales, con el que tiene una gran relación; de Lalo Rergis, jefe de la cantera; de Michu, ex secretario técnico, y también de Francesc Arnau, actual director deportivo y el impulsor principal de su despido. Rozada, eso sí, destaca especialmente al dueño del Oviedo, Arturo Elías, yerno de Carlos Slim, "cuya confianza me permitió ser el técnico más joven de la categoría".
En la carta Rozada deja clara una intención: regresar al Oviedo en un futuro. "Es la segunda vez que me voy del Real Oviedo y, como entonces, lo haré para seguir creciendo como entrenador". El ovetense, que entrenó al cadete (2011-2012) se fue del club azul y comenzó una trayectoria que le impulsó al fútbol profesional: ascenso con el Lealtad, permanencia y mejor clasificación histórica. Y más de lo mismo con el Vetusta. Su gran sueño se acabó a 14 partidos del final.
