Christian Fernández, que el domingo tras perder ante el Lugo se paró a dar explicaciones a los aficionados en medio de la pitada general, valoró ayer la situación del equipo tras el entrenamiento del Oviedo en una larga comparecencia de casi doce minutos de duración. "Entiendo a la gente y su malestar, pero esas cosas no suman, aunque sea difícil hacérselo ver. Entiendo que la afición haga un esfuerzo económico en estas circunstancias. Se sacan un abono y muchas veces tendrán que pedir hasta un crédito para seguirnos. Pero quiero que también comprendan que no se suma desde la ira, el insulto o la poca comprensión. No todos los jugadores son capaces de gestionar esa situación. Es momento de estar unidos y luchar para que el Oviedo siga en Segunda División. Después, cuando acabe la temporada, ya analizaremos esta situación y que la gente se explaye a gusto y se tomen culpables, cabezas o lo que haga falta", dijo Christian. El cántabro quiso mostrar confianza en el equipo y recordó una frase pronunciada por el extécnico del Oviedo, Juan Antonio Anquela. "Me niego a admitir el destino que nos dan, desde muchos ámbitos ya nos atribuyen ser un equipo de Segunda B. Veremos, quedan jornadas. Como diría un entrenador que pasó por aquí, hasta el último minuto del último partido", finalizó Christian.
