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Cumbre de tres expresidentes del Oviedo, que analizan el delicado momento del equipo con LA NUEVA ESPAÑA de testigo

"El Oviedo se salvará, pero necesita liderazgo"

Manuel Lafuente, Eugenio Prieto y Toni Fidalgo confían en la reacción del equipo azul

Manuel Lafuente, Eugenio Prieto y Toni Fidalgo, ayer en la Facultad de Ciencias. MIKI LÓPEZ

Manuel Lafuente (Nava, 1949) llega el último a la cita programada. Toni Fidalgo (Avilés, 1952) y Eugenio Prieto (Oviedo, 1940) se lo perdonan: Lafuente cumplió ayer 71 años. "No fastidies, ¿sí ho?", le dice Prieto, que saluda a los dos con cariño. "Venga Eugenio, que hay que hacer las fotos", le aprietan los dos. Los tres expresidentes del Oviedo acuden a la cumbre, organizada por LA NUEVA ESPAÑA, para analizar la delicada situación del equipo, en puestos de descenso a Segunda B. "El equipo se va a salvar, pero falta liderazgo en el club", coinciden los tres. El más veterano avisa.

- Eugenio Prieto (E. P.): Aquí, ni unión ni nada, que cada uno defienda lo suyo. Cada uno, su pensamiento propio.

- ¿Cómo se afronta una situación así desde el plano de un dirigente?

- E. P.: Tonín (Fidalgo) vivió momentos duros?

- Manuel Lafuente (M. L.): No, no, los más duros de todos los viví yo. Peor que yo, difícil?

- Toni Fidalgo (T. F.): Yo, al contrario, los míos fueron hacia arriba.

- M. L.: Hay que echarle valor al tema, planteando las cosas con mucha claridad. En mi caso tuve que tener mucha relación con la afición para que se diera cuenta de cómo estaba toda la situación del Oviedo. Y dando la cara: siempre hay que poner la cara por delante. Cuando llegó la situación llegó y no quedó más que explicárselo a la gente.

- ¿Es importante que un directivo salga del despacho?

- M. L.: Sí, para mi es fundamental dar la cara. Y dar la sensación de que estás haciendo todo lo posible por afrontar la situación.

- E. P.: Ellos son los expertos en marketing?

- M. L.: Ya empezamos?

- E. P.: No puedes estar seis meses sin ver al presidente, la afición confía en esas personas. Hay que salir y comunicar las cosas. Yo no puedo quejarme, la afición siempre me apoyó.

- T. F.: Coincidimos los tres: no se puede estar en la trinchera sin liderar correctamente la sociedad. La cuestión deportiva es consecuencia de una deficiente lectura por desconocimiento, probablemente, de cómo se lleva un club de fútbol.

- ¿Por qué el Oviedo está metido en este embrollo esta temporada? De estar luchando por el play-off casi siempre a pelear por no volver a Segunda B.

- T. F.: Casi siempre, sí, pero en cinco años no se consiguió. Y repito que es un error producto del desconocimiento. No sé cómo decirlo: la sociedad no acierta. Hay fallos estructurales en el club.

- E. P.: Estoy de acuerdo, pero tengo unas ideas muy claras. En el fútbol lo que sucedió ayer ya es historia y ahora hay que hablar del presente. Tenemos que apoyar a estos jugadores y tengo una fe incondicional. Ziganda es un gran entrenador, tiene un segundo con una experiencia tremenda y hay unos capitanes que salen a dar la cara. Tenemos que estar con ellos y yo estoy a muerte para que el equipo salga, cuando todo acabe será el momento de reflexionar y saber qué se hizo mal, porque ahora estamos segundos por la cola.

-¿Son optimistas?

-T. F.: Lo soy moderadamente. No puedo pensar que el Oviedo vaya a perder la categoría porque no veo que jueguen tan mal. Otra cosa es que luego no ganan€ Pero confío en que se salven.

-M. L.: Mientras que queden partidos, claro que podemos salvarnos. Pero las sensaciones no son muy positivas, a partir de ahí podemos sacar puntos para salvarnos y tenemos equipo suficiente.

-E. P.: No es que podamos, ¡es que vamos a salvarnos! Igual me puede más el corazón que la razón, pero nos vamos a salvar con el apoyo de la gente y sobre todo, con esos jugadores. Conozco a algunos de ellos, son capitanes extraordinarios.

-Este año hubo tres entrenadores, ¿qué indica eso y que les pareció el cese de Rozada?

-E. P.: Es una situación que la refleja la clasificación del equipo.

-M. L.: Es una consecuencia de la situación, sí. El cambio de entrenador, desde mi punto de vista, nunca puede ser un acierto. Me tocó vivirlo: yo cesé a uno (Vicente González-Villamil) después de aguantar carros y carretas.

-T. F.: El cese de Rozada es una decisión que tomó un director deportivo e, independientemente de lo que trasciende, que la situación deportiva no es buena, y normalmente se cambia al entrenador para generar nuevos impulsos, lo que hay por detrás lo desconozco. No tengo un criterio que pueda exponer y razonar.

-Arnau impulsó esta medida, ¿qué papel debe tener un director deportivo?

-M. L.: Lo complicado es meter un director deportivo a mitad de temporada. Cambiar de caballo para cruzar el río no es nunca lo más acertado. Si cambias al director deportivo y no está conforme con el entrenador que está vas a generar un conflicto. En el momento que las cosas no salen bien del todo eso estalla. ¿Acertó Arnau al cesar a Rozada? Hubiese acertado de haber ganado en Lugo, no ganaron y vamos a ver qué pasa. De acuerdo con lo que dice Eugenio, nos vamos a salvar, y si pasa es que el director deportivo y el entrenador sacaron al equipo adelante. Si no, se equivocó.

-E. P.: Yo nunca tuve director deportivo. Es lo que dice Toni, hay que liderar. Yo tenía que saber si traías a uno al otro, tener unos contratos y hacerlos. Yo tenía ojeadores y decía: quiero un lateral derecho o un central. Cambiar de entrenador me tocó una vez y fue muy duro: Juanma Lillo, que era una gran persona y un buen entrenador. También hubo que cambiar a Jabo (Irureta). Es duro, pero está claro que la afición es soberana.

-Este año se habló mucho de las decisiones arbitrales en contra del Oviedo, ¿cuánto de importante es hacerse respetar en los despachos?

-E. P.: Para eso, Toni. Él era un hombre de la Liga, era el jefe supremo del fútbol español y sigue manteniendo esas relaciones.

-M. L.: Toni lo tenía en modo automático€ Los demás, como siempre. En un equipo de fútbol son fundamentales las relaciones exteriores. Hay que hablar y tener una relación constante y sin necesidad de grandes excentricidades. Pero si tú, como club, a la mínima saltas y creas conflicto€

-T. F.: Me da que ahora el Oviedo, en Madrid, no tiene excesivo peso. Por eso hablo de falta de liderazgo. Durante mucho tiempo ha estado llevando gestiones una empresa (Verae) y no se entiende mucho. La relación personal con los órganos de decisión tiene que llevarla alguien del club que sea significativo, no unos señores que están contratados. Estos son mis criterios, tampoco quiero cuestionar las decisiones que se toman, pero es evidente. Se han dado muchos tumbos y muchos vaivenes y eso se paga.

-E. P.: El profesor lo explica muy bien, pero luego la realidad€A mi me tocó y tuve la gran ayuda de Toni, que me pulía. Hay que tener el feeling necesario, fueron quince años mano a mano.

-M. L.: Eugenio fue Dios en la Liga.

-E. P.: Con la protección de Toni€

-M. L.: Por lo que fuera€

-E.P.: Yo ahora veo, no sé no sé€El otro día leía que el presidente (Jorge Menéndez Vallina) había ido con la Federación a Arabia€Y dije, bueno tienen que tener buena relación. Es lo que leo, no sé más.

-(Se ríen).

-¿Qué hay que hacer si el Oviedo se salva?

-E. P.: Celebrarlo, celebrarlo y celebrarlo. Luego ya pensaremos en más cosas. Las cuentas, en junio.

-M. L.: Sí, pero hay que mejorar.

-T. F.: Coincido. Lo dije antes: es un problema estructural y eso hay que modificarlo. Si no hay un conocimiento de la realidad€

-M. L.: Cómo decía antes Toni, hay que generar un liderazgo que ahora mismo no se percibe. A lo mejor hay que exigir otra actuación de los que están si pueden hacerlo bien.

-T. F.: Estoy de acuerdo.

-¿Qué opinan de la gestión de la propiedad?

-M. L.: Lo deportivo condiciona todo lo demás.

-E. P.: Genial, porque cesaron a Joaquín Del Olmo. Del Olmo aquí no se adaptó a Oviedo. No conocía el sentimiento azul ni lo valoraba.

-M. L.: Ni tenía interés en tenerlo.

-E. P.: Ahora llegó una persona seria que aplica seriedad (Federico). No lo conozco, no tengo relación, pero sé lo que leo todos los días.

-T. F.: Siempre hablaré bien de la propiedad y manifestaré agradecimiento, especialmente a Arturo Elías. En aquel momento de desolación él apareció. Confió en que el grupo Carso siga en el Oviedo y consiga su objetivo pronto.

-¿Qué le dirían a la afición?

-T. F.: No es el momento de broncas, ahora hay que remar todos en el mismo sentido para salvar la temporada.

-M. L.: Vamos a salir de esta y hay que aprovechar estos trece partidos. Hay que apoyar

-E. P.: El Oviedo es una ilusión, un sentimiento. El lunes no hablé con nadie, el martes ya empecé y hoy estoy mucho mejor por estar rodeado de amigos.

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