La batalla del goal-average cobra una importancia especial cuando lo que está en juego es la permanencia. El Oviedo, inmerso en esa lucha, tiene ahora que cuidar todos los detalles si quiere seguir la próxima temporada en Segunda. En estos momentos, de los siete últimos en la clasificación, el Oviedo le tiene ganado el gol-average a dos, el Tenerife y el Albacete, y lo perdió con el Lugo después de la derrota por 1-0 en el último desplazamiento de los azules.
El del sábado (16 horas) será otro partido crucial en la lucha por la permanencia y, además de los tres puntos, también estará en juego el average particular, puesto que en la ida empataron a 1 en el Tartiere. En el caso de que volvieran a empatar el sábado, en un hipotético final de temporada en el que acabaran empatados a puntos, quedaría por delante el que tuviera mejor diferencia entre los goles recibidos y los marcados a lo largo de toda la temporada.
En este supuesto, ahora mismo el Oviedo está algo por encima de sus rivales, puesto que tiene una diferencia de menos siete, superior a los menos doce de Extremadura, Lugo y Albacete, al menos diez del Racing, y al menos catorce del Deportivo de la Coruña (con el que jugará en un par de semanas en el Tartiere). El único de los siete últimos que le supera en ese apartado es el Tenerife, que solo tiene un menos uno.
Ziganda y el resto de la plantilla azul esperan que no sea necesario tener que llegar al extremo de lograr la permanencia o no por la diferencia de goles con otro equipo o por tener perdido el goal-average particular.
