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Segunda División

Arnau frena las renovaciones hasta la salvación

El Oviedo aparca decisiones de calado por la situación del equipo, aunque mantiene contactos de cara al futuro

Francesc Arnau, en el Tartiere la semana pasada. IRMA COLLÍN

El único pensamiento es la permanencia. Todos los esfuerzos están centrados en competir el año que viene en Segunda División. El resto de asuntos del Oviedo, de momento, se quedan en el cajón hasta nueva orden. Y entre ellos, uno esencial: las renovaciones de los jugadores. El Oviedo atraviesa una delicada situación deportiva en el quinto año consecutivo en Segunda División -en puestos de descenso- que se inició con el objetivo del ascenso y que pasa ahora por intentar salvar la papeleta en la categoría de plata. Y los ritmos de la dirección deportiva, ocupada por Francesc Arnau, van a la par del equipo. Es por ello que varias operaciones que estaban en marcha antes de la llegada del catalán, con Michu a bordo, y antes de que la situación fuese límite, están ahora a la espera de acontecimientos.

No obstante, los contactos verbales con varios jugadores siguen para saber las intenciones, a priori, de una y otra parte, pero de momento no se habla de ofertas concretas debido a la situación deportiva. De hecho, varios agentes de jugadores del Oviedo tenían pendiente reunirse con la dirección deportiva a lo largo de este mes y, hasta nuevo aviso, algunas de las reuniones han sido suspendidas a la espera de acontecimientos.

El Oviedo tendrá que ir afrontado paulatinamente, con el paso del último tramo de la temporada, crucial para el club, la situación de varios jugadores. Aunque hay movimientos que se dan prácticamente por hechos, siempre en caso de permanencia. Uno de ellos es Christian Fernández, defensa cántabro y uno de los capitanes de la plantilla azul. El veterano futbolista, de 34 años, finaliza su vinculación con el Oviedo al final de la campaña tras renovar la pasada por objetivos. Christian ya ha manifestado en varias ocasiones su intención de seguir en el Oviedo y Michu estaba por la labor de renovarle cuando era el responsable de la planificación deportiva. El propio Christian no tuvo problemas en aparcar la decisión, poniéndose en manos del club debido a los problemas del límite salarial del Oviedo para firmar futbolistas.

Ahora, Arnau y su mano derecha, el secretario técnico David Comamala, deberán afrontar la situación del cántabro. Al igual que la de Saúl Berjón, el capitán del equipo, en el foco en las últimas semanas tras el cabreo de la afición en Lugo y la pitada que se llevó del Tartiere tras su cambio ante el Tenerife. Como sucede con Christian, Berjón renovó por objetivos la temporada pasada y la intención de Michu también seguir contando con él. Al igual que Arnau, que en conversaciones con el jugador ya le trasladó la intención del club sobre que el ovetense siga vestido de azul más allá de 2020. Berjón también quiere continuar en el Oviedo -así lo ha manifestado en repetidas ocasiones- y para alcanzar un acuerdo no debería haber impedimento en caso de permanencia.

Pero, como sucede con el resto de posibles renovaciones, todas están en "stand by" mientras el equipo intenta revertir la situación. Fuentes del Oviedo, además, insisten en la confianza total en Berjón, que atraviesa uno de sus peores momentos desde que llegó al Oviedo en enero de 2017. Desde el club azul ponen el foco en el alto grado de responsabilidad que asume el ovetense y no le dan mayor importancia a la bronca del Tartiere, fruto, según dicen, de la complicada situación deportiva que atraviesa el equipo.

El otro jugador que tiene pendiente sentarse con Arnau para hablar de futuro es Borja Sánchez, protagonista en el partido ante el Tenerife y una de las perlas de la cantera del Oviedo. El ovetense tiene una cláusula de 3 millones de euros y una de las fichas más bajas de la plantilla.

El Oviedo, consciente de lo golosa de la cláusula para otros equipos teniendo en cuenta las cifras que se manejan en el mundo del fútbol, ya le trasladó al ovetense su intención de mejorarle las condiciones y elevar su cláusula. El propio Arnau hizo hincapié en la situación en su presentación como director deportivo. El resto de asunto no son tan urgentes como los anteriores, pero el Oviedo también los tiene en cuenta. En la portería habrá movimientos: Champagne y Alfonso acaban contrato y Lunin, aunque podría seguir un año más si el Oviedo sigue en Segunda y todas las partes se ponen de acuerdo, está cedido por el Madrid. Desde el club azul, además, puntualizan que aquellos jugadores que tienen contrato en vigor no tienen garantizada la continuidad en el club.

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