El coronavirus ha paralizado el mundo del deporte con la misma eficacia que ha detenido a toda la sociedad. Los efectos han sido inmediatos y no se perciben por dónde irán los tiros con la competición. Pero sí hay una cosa clara: el fútbol tardará en recuperarse de este golpe que, como en tantos otros negocios, tendrá un fuerte impacto en el aspecto económico. Francesc Arnau, director deportivo del Oviedo, ofrece un interesante análisis a medio plazo con el panorama que se pueden encontrar los equipos. Advierte el catalán de que tocará ajustarse el cinturón.

Una nueva crisis para el fútbol. El parón será superado, pero para que se atenúen sus efectos habrá que esperar más tiempo. Arnau ve un futuro de restricciones. "Hay clubes que estarán al límite y otros, con dinero en caja porque habían completado grandes traspasos. Pero estoy seguro de que no habrá los fichajes de antes. Los precios en el mundo del fútbol van a bajar. Si no es este año, será en los siguientes. No habrá tanto dinero por publicidad y eso hará que haya menos para invertir. Habrá una regresión en salarios y en presupuestos", vaticina.

El Oviedo descarta de momento un ERTE. Y esa crisis afectará a todos, aunque de distinta manera. El Oviedo, por ejemplo, tiene un factor de importancia a su favor: un máximo accionista solvente. A él se agarra el director deportivo para no temer consecuencias económicas excesivas. "A día de hoy, el Oviedo no se plantea un ERTE ni la reducción de los contratos. Y digo a día de hoy porque el escenario puede cambiar en un mes o en unos días", argumenta.

No descarta la anulación. El director deportivo trata de no dar ningún escenario por cerrado y, aunque el deseo de todos es completar la Liga, sabe que no se puede dar por imposible que no se vuelva a jugar. "No creo que podamos descartar una anulación, aunque Tebas y Rubiales digan que la quieren terminar. Si sucede, nos preocupa qué criterio se sigue para los ascensos y los descensos. Hay muchas decisiones abiertas, desde los equipos que juegan la Champions hasta los que ascienden de Segunda B. Tiene que haber una decisión consensuada. Espero que no nos afecte con el descenso de ninguna manera", indica Arnau.

Las renovaciones, paradas. El escenario actual no invita a muchos cambios. Tampoco en cuanto a las renovaciones: 8 futbolistas en la plantilla azul terminan contrato el 30 de junio. "Ya habíamos iniciado conversaciones antes del parón pero queríamos ver la situación clasificatoria antes de tomar decisiones", recuerda Arnau; "y ahora no tiene sentido hablar de renovaciones. Además, para los futbolistas no es un buen momento para renovar porque habrá un mercado a la baja", explica.

De acuerdo con la FIFA: hay que respetar los contratos. Jugar más allá del 30 junio ("acabar antes es hoy por hoy una utopía") podría provocar algunos problemas jurídicos. Los futbolistas que finalizan contrato en esa fecha se sitúan en una complicada situación. Arnau abraza la postura expuesta por la FIFA para completar los diferentes campeonatos: "Es imposible abarcar todas las situaciones. La propuesta de la FIFA es que se respeten los acuerdos de la temporada 2019/20 y que ésta acabe cuando sea posible. Incluso así acarreará problemas jurídicos". Y añade: "Hay que ver cuándo sería el nuevo plazo de inscripción de futbolistas porque si no empieza el 1 de julio el jugador que quiera cambiar de equipo no podría inscribirse: se quedaría sin contrato y sin poder jugar en ningún equipo. Además, la FIFA no tiene potestad en las leyes locales".

La dirección deportiva trabaja. La parálisis que afecta a la competición no se aplica a los despachos. Arnau y su grupo de trabajo, compuesto de otras tres personas, sigue peinando el mercado: "Trabajamos de forma telemática y aprovechamos para hacer informes, para ver partidos? Tenemos más tiempo para recabar datos. Tratamos de acaparar información de todos los mercados que son disponibles y accesibles para nosotros. No creo que los cambios de fechas afecten al mercado porque soy de los que piensan que si el mercado durara un mes haríamos las mismas operaciones que en 2 meses".

Apuesta por 3 días de descanso. Los diferentes estamentos ya trabajan en los posibles escenarios que pueden seguir al confinamiento. El más deseado es el de finalizar la competición, aunque parece que no será con público. "No creo que de entrada se juegue a puerta cerrada", dice Arnau. Uno de los asuntos a debatir en el caso de que se recupere el hilo de la competición es la frecuencia de partidos, que se presume alta. El principal debate está en si se puede jugar cada 48 horas o es aconsejable esperar a que pasen 72. Arnau lo tiene claro: "Mi experiencia como exjugador y como director deportivo es que debe haber 72 horas entre cada encuentro. Los futbolistas te aguantarían como mucho tres partidos jugando cada dos días. Son plazos biológicos. Habría que tirar de rotaciones u otras soluciones. Para mí, lo aconsejable es jugar cada tres días".