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Cambios históricos en el Oviedo

En el primer partido en el que se autorizaron las sustituciones de jugadores en el fútbol español, en la temporada 1969-70, Javier fue el relevo de Prieto en el equipo azul

Cambios históricos en el Oviedo

Del prohibido cambiar a las cinco sustituciones. Hasta la temporada 1969-70, los cambios de jugadores estaban prohibidos en el fútbol, salvo por la lesión del portero. Luego, la evolución fue lenta. En 1970 los dos cambios llegaron al Mundial; en el 1994 se permitió un tercer cambio por la lesión del portero, y a partir de 1995 llegaron las tres sustituciones. Ahora, con el regreso de la competición, será la revolución de los cinco cambios por equipo realizados en tres veces.

Los exjugadores del Oviedo Prieto y Javier fueron protagonistas de las primeras sustituciones realizadas por el equipo azul en la temporada 1969-70. Con el equipo azul en Segunda División, en la primera jornada de Liga los azules se enfrentaron en el Carlos Tartiere al Murcia. La alineación de los azules fue la integrada por: Lombardía, Juan Manuel, Tensi, Rodríguez, Iriarte, Chuso, Sistiaga, Uría, Montes, Prieto y Gento III. En la segunda parte llegaron los primeros cambios en un partido en la historia del Oviedo. El técnico oviedista Eguiluz dio entrada a Fito, un defensa gallego que jugó solo esa temporada en el conjunto azul, en el minuto 57 por Sistiaga, mientras que Javier sustituyó a Prieto en el minuto 74. Era el 7 de septiembre de 1969. Más de cincuenta años después, Prieto y Javier tienen vagos recuerdos de una jornada que pasó a la historia del fútbol español.

Prieto, que estuvo siete temporadas en el Oviedo, desde la 1965-66 a la 1971-72, no se acuerda de su sustitución en ese primer partido de Liga, pero sí de que "la nueva norma supuso un cambio importante porque en las temporadas anteriores solo se podía sustituir al portero si se lesionaba. Tenías que estar al cien por cien para jugar porque cualquier pequeña molestia podía desembocar en una lesión y el equipo se quedaba con uno menos. Si tenías la mala suerte de lesionarte, intentabas aguantar y te quedabas en el área contraria a ver si cazabas algún balón y metías 'el gol del cojo'. Jugar sin estar bien era un riesgo para el jugador y para el equipo", explica Prieto, que destaca que en el fútbol actual "los cambios se hacen la mayoría de las veces en el tramo final de la segunda mitad, y muchos de ellos a última hora para perder tiempo".

La posibilidad de hacer cinco cambios en estos once partidos que restan de Liga, continúa Prieto, "es algo nuevo y una incógnita lo que puede pasar. Lo que está claro es que el porcentaje de lesiones va a ser mayor, ya que los jugadores vienen de más de dos meses de inactividad y el tener que jugar muchos partidos en un corto espacio de tiempo y además con un alto grado de exigencia se va a notar. Además, sin partidos de pretemporada, en los que se va dando minutos a la plantilla, el desgaste va a ser mayor y las lesiones van a aumentar, porque los equipos llegarán sin ritmo de competición".

Con respecto a cómo afronta el Oviedo esta recta final de la competición, Prieto tiene claro que "parecía que el equipo había cogido ritmo y resultados en los últimos partidos antes del parón. Ahora, hay que empezar de nuevo y comenzar bien en una competición tan corta será fundamental". Otra circunstancia que marcará los últimos partidos es que se jugarán a puerta cerrada. Para Prieto "es otra situación atípica a la que el futbolista deberá acostumbrarse. No será lo mismo y el equipo que mejor se adapte tendrá mucho ganado".

Javier Álvarez no se acuerda de haber protagonizado el segundo cambio que realizó el Oviedo en ese partido inaugural de la temporada 1969-70. Javier, que militó doce temporadas en el Oviedo, desde la 1968-69 a la 1979-80, señala que "la posibilidad de hacer cambios dio más alternativas a los entrenadores, y, sobre todo, cuando un jugador se lesionaba otro compañero podía entrar en su lugar y el equipo no quedaba penalizado".

Javier no ve con claridad la posibilidad de realizar cinco cambios en este tramo final de la Liga. "Pienso que con tres es suficiente. Cinco es casi medio equipo, y si los haces cambias totalmente el equipo. No los veo, aunque reconozco que con partidos en tan corto espacio de tiempo, y después de un largo periodo de inactividad, las lesiones van a aumentar". Javier considera que disputar once partidos en poco más de un mes "supone una saturación que no será buena ni para el futbolista ni para el aficionado". Además, destaca que "hay que ver la repercusión que ha tenido el tiempo de confinamiento en los futbolistas y en qué condiciones han regresado a los entrenamientos. Es una situación nueva para todos y es imprevisible saber la reacción de cada uno. Todo ha cambiado y ahora hay que adaptarse a las nuevas circunstancias, algo que no será nada fácil".

El hecho de que los partidos se tengan que disputar a partir de ahora a puerta cerrada supondrá para Javier "la pérdida de la salsa del fútbol. El fútbol sin afición no es nada, es un mal entrenamiento. Hay que ver cómo se van a adaptar los jugadores, pero jugar sin la presencia de aficionados mata al fútbol". El exjugador se muestra partidario de haber dado por finalizada la competición, tal y como ha ocurrido en muchos países: "Se debería anular y mantener la clasificación que había en el momento de la suspensión. Se ha tenido que parar por una causa de fuerza mayor y no entiendo los riesgos que se van a correr con la vuelta de la competición, no lo veo normal. Para mí es un sinsentido. Se debería anular y empezar a preparar la vuelta para la próxima temporada".

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