Una sensación generalizada recorre gran parte de los vestuarios de los equipos profesionales del fútbol español cuando quedan poco más de quince días para que el balón vuelva a rodar. En el Oviedo es palpable, sobre todo en privado, el miedo de los jugadores a posibles lesiones derivadas del parón por la pandemia. Pero, incluso en público, los futbolistas, poco tendentes a meterse en charcos delante de un micrófono, ponen el foco en el asunto físico. Un enemigo más, dicen, en la búsqueda del objetivo de la salvación.
Ayer fue Sangalli, extremo azul, el que lo dijo tras acabar el entrenamiento en El Requexón antes del descanso que tiene hoy la plantilla: "Tenemos a Alemania como referente al haber empezado ya su Liga y ahí vemos que las lesiones son un hecho aun cuando ellos no han tenido un confinamiento estricto ni dejaron de entrenar del todo". En el país teutón, solo en la primera jornada disputada tras el parón hubo casi una veintena de lesiones, la mayoría musculares, aunque se registraron dolencias generales.
Saúl Berjón, capitán del Oviedo y peso pesado del grupo, también inclinó la balanza recientemente hacia el lado físico: "Nos haría falta más tiempo de lo que creen, si no va a ser un caos. En Alemania siguieron entrenando todo este tiempo y tuvieron muchas lesiones; para nosotros, que estuvimos en casa casi dos meses, no me quiero ni imaginar cómo va a ser la vuelta".
Esa preocupación, extensible a más futbolistas del Oviedo, está perfectamente fundada, según coinciden los expertos en medicina deportiva consultados, que ponen el foco en la importancia del trabajo que cada jugador haya realizado en su domicilio durante la cuarentena. Y ahí entran diferentes variables. Lógicamente, un futbolista de Segunda División no tiene las facilidades que, por ejemplo, pueda tener un jugador del Barcelona o del Madrid. Y, en el caso del Oviedo, también hay casuísticas. Un futbolista que viva en un piso céntrico, como, por ejemplo, Ortuño, va a partir con desventaja respecto, en su caso, a Rodri, que vive en una urbanización con patio y jardín y tiene incluso una portería.
"El trabajo previo es el factor clave en las lesiones que pueda ocasionar el parón, porque entramos en un terreno desconocido para el futbolista, que nunca ha estado dos meses parado. Dependerá mucho del trabajo que han hecho en su casa y no todo el mundo puede hacerlo igual. Lo que es evidente es que el riesgo de lesión por el parón existe", indica Francisco Guisasola (Oviedo, 1959), doctor en Medicina por la Universidad de Oviedo, secretario general del Colegio de Médicos de Asturias y además un gran seguidor del club azul. "Alemania tuvo ventaja, con un confinamiento 'light', y ha tenido lesiones y no solo musculares, sino de todo tipo. Creo que la clave será cuando pasen unos cuantos partidos. Jugando entre semana se verá si ha sido acertada la fecha de vuelta o si, por el contrario, caen todos como moscas", resume. Miguel del Valle (Villaviciosa, 1955), especialista en Medicina del Deporte y catedrático de la Universidad de Oviedo, coincide con su colega. "Hay más riesgo de lesión porque están intentando ponerse en forma para la competición en un tiempo demasiado escaso. Les fijaron unas fechas que son muy cortas y están, o pueden estar, forzando, lo que provoca el riesgo", explica Del Valle. "La clave está en el trabajo previo, en todo lo que hayan desarrollado en este largo parón. El que haya trabajado más y haya tenido más medios tendrá ventaja, pero el riesgo de lesión es evidente para todos", finaliza el experto.
