La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Segunda División

De Del Olmo al modelo bicéfalo

En meses, el Oviedo ha pasado del dominio total del mexicano a un sistema en el que Arnau tiene el control deportivo y Federico González el administrativo

De Del Olmo al modelo bicéfalo

Tal era la confianza de Arturo Elías en Joaquín del Olmo, les unía un pasado trufado de títulos en México, que le dio plenos poderes. Un asesor con plenos poderes. Cuentan en el club que hasta un brochazo de pintura en la ciudad deportiva debía contar con su visto bueno. Del Olmo se convirtió en el líder del proyecto, con todo lo que eso conlleva. La relación, a pesar de los formalismos de la salida, no terminó de la mejor manera posible y Elías ha optado ahora por un viraje en el rumbo y parcelar las áreas del club. El Oviedo sigue teniendo un funcionamiento un tanto extraño, o al menos diferente al habitual en los clubes españoles, en el que el poder recae en pocas manos. Pero hay una diferencia sustancial con lo que sucedía hasta hace algunos meses: ya no hay una figura que aglutine todo; ahora, lo deportivo y lo administrativo siguen caminos independientes.

Es una de las consecuencias de la salida de Del Olmo y su reemplazo por Federico González, con un perfil radicalmente diferente. El exinternacional era hombre de fútbol, de códigos y conocedor de los entresijos en despachos y caseta. González es un tipo de cifras y calculadora. Aún se recuerda en el club cómo una de sus primeras intervenciones en las oficinas fue la de reducir el gasto en folios. Del Olmo estaba cerca de la pelota; González, del Excel.

La parte administrativa reside ahora en sus manos, con el apoyo de un consejo de administración que, como antes, sigue teniendo tres componentes: Jorge Menéndez Vallina (presidente), Manuel Paredes (vicepresidente) y Fernando Corral (vocal). César Martín ha perdido peso en la estructura tras caerse de la dirección deportiva aunque se mantiene como director de relaciones institucionales.

La otra cabeza del organigrama actual es Francesc Arnau. Tras su rocambolesca llegada (no era la primera ni la segunda opción y se postuló tras una recomendación de Carles Puyol a Arturo Elías), se ha hecho con el poder en la parcela deportiva, con un mando más poderoso al que tradicionalmente se le asigna a un director deportivo.

Arnau aterrizó con una situación complicada, tras la salida de Michu y Del Olmo, con el equipo en el alambre y con problemas con el tope salarial para inscribir futbolistas. Su buena mano en el mercado de invierno para remodelar la plantilla según su sensibilidad le hizo ganar importancia en el club. Con el vacío de poder dejado por Del Olmo (y con Federico González sin querer entrar en materia deportiva), Arnau se ha hecho un cómodo hueco. A su lado, Roberto Suárez es otro de los que se ha hecho fuerte en la estructura de la entidad carbayona.

El anuncio esta semana de la marcha de Lalo Rergis, antiguo responsable de la cantera, confirma que Elías ha decido ampliar el mando de Arnau en el Oviedo. Su labor ya no se limita al primer equipo. Ahora, la cantera también está en su radio de acción. Y, cuentan desde el club, el catalán está dispuesto a darle una vuelta de tuerca a la filosofía de El Requexón.

De ahí los encuentros con Paco Fernández, como reveló esta semana LA NUEVA ESPAÑA, para valorar su posible incorporación al organigrama de la cantera. O su decidido intento por reformar el Vetusta: nada de futbolistas mayores de 23 años. Cuentan que una de sus máximas respecto a El Requexón es que con sacar uno o dos futbolistas de filial al año se daría por satisfecho. Independientemente de la categoría en la que milite el Vetusta.

La salida de Rergis es el último ejemplo del intento por borrar cualquier vestigio de la etapa de Del Olmo, cerrada con más sombras que explicaciones nítidas por parte de la propiedad. El fin abrupto del exinternacional mexicano ha abierto una estación nueva. Un Oviedo en el que la parte administrativa y la deportiva siguen caminos diferentes. Aunque el poder sigue estando en unas pocas manos. Y todo, tanto antes como ahora, bajo la atenta mirada de Arturo Elías desde México.

Compartir el artículo

stats