Jarro de agua fría en el Tartiere en forma de empate. El Oviedo igualó esta tarde ante el Dépor (2-2) en un encuentro clave en la lucha por la permanencia ante un rival directo. No estuvo mal el Oviedo, mejorado respecto al partido de la Ponfe y muy superior al Dépor en la primera parte (se llegó a poner 2-0), pero los errores defensivos y una segunda mitad más floja propiciaron un empate que de momento deja a los dos equipos en puestos de descenso e igualados a puntos. Dio la sensación que los azules dejaron escapar una victoria que parecía asegurada en la primera parte, ante un Dépor flojo y blando que apenas plantó cara en el Tartiere. Los de Ziganda lo intentaron, sin éxito, hasta el final, y llegaran al derbi del próximo lunes ante el Sporting en puestos de descenso.

El Oviedo hizo en los primeros veinte minutos todo lo que no fue capaz de hacer en 90 ante la Ponferradina. Los azules, liderados por Borja Sánchez y por Bárcenas en ataque, amasaron posesión, jugaron a un ritmo superior al del Dépor y se hicieron con el control del partido desde el primer momento. No habían pasado 7 minutos cuando Ortuño probó fortuna en un tiro que acabó fuera por muy poco. Se crecía el Oviedo a cada minuto y se hacía pequeño el Dépor, superado en el Tartiere. Lucas, destacado en la primera parte en ataque, se la puso en bandeja a Bárcenas, que erró una ocasión clarísima. Era el minuto 15 de partido. La acción espoleó al Oviedo, que se lanzó al ataque con mucha confianza.

Borja forzó una falta en un lateral que acabaría en el primer gol azul. Tejera puso un caramelo y Ortuño remató a la red. Respiraba el Oviedo y Ziganda saltaba en la banda. El Dépor no comparecía, pero tras un derribo de Tejera en el área pudo meterse en el partido. Penalti en contra del Oviedo cuando mejor estaban los de Ziganda. Pero apareció Lunin, que paró el envío y le dio aún más oxígeno al Oviedo, que tuvo el 2-0 poco después tras un disparo al palo de Tejera, muy mejorado respecto a su última actuación. Precisamente tras una falta sobre el catalán, que robó un balón en área contraria, logró el Oviedo el 2-0. Bárcenas lanzó el tiro libre, que entro suave por el palo contrario a Dani Giménez, que pudo hacer más. El Oviedo tenía todo a favor para irse con un gran botín al descanso, pero Merino aprovechó una imprecisión de la defensa para meter el 2-1 gracias a un tiro de espaldas. Resultado injusto para el Oviedo al descanso, que merecía una renta más alta. El gol del Dépor, además, llegó con el tiempo cumplido.

El segundo tiempo comenzó parecido, con el Oviedo echado adelante y el Dépor con un doble cambio. Pero los hechos fueron muy diferentes. El Dépor empató tras un error grosero defensivo en un córner. Arribas perdió la marca y Peru la envió a la red. Era el minuto 59 y el Oviedo, sin comerlo ni beberlo, se ponía 2-2 en un encuentro en el que no había pasado por grandes apuros. El Dépor, además, se empezó a crecer y a provocar el peligro inexistente de la primera parte. Ziganda agitó el banquillo y cambió la delantera: entraron Rodri e Ibra y se fueron Bárcenas y Ortuño, los dos goleadores. Borja, incansable, tuvo el 3-2 en un fuerte tiro que despejó Giménez. El ritmo era trepidante.

Ziganda dio entrada a Jimmy por Borja, muy cansado, pero con las ideas clarísimas. El mediocentro se ubicó pegado a la banda izquierda, una posición desconocida para él. El tiempo corría y el resultado, insuficiente para ambos equipos, apretaba. Precisamente Jimmy tuvo el 3-2 tras un buen centro de Sangalli y un pase de cabeza de Rodri. El balón pegó en un defensa.