El Oviedo lleva dos empates consecutivos. Pero la sensación de puertas hacia dentro, tras las tablas ante el Dépor (2-2), poco tiene que ver con el ambiente absolutamente negativo después de empatar contra la Ponfe (0-0). En la plantilla del Oviedo, que vive en descenso (17 jornadas de 33), se han puesto un reto: el derbi asturiano ante el Sporting como impulso para salir del pozo de los puestos de descenso. La lectura tras el duelo ante los gallegos, resultado al margen, no es negativa en el seno carbayón. "Hicimos uno de los mejores arranques de la temporada", dicen desde el vestuario, donde se lamentan del primer gol del Dépor justo antes del descanso.

La plantilla tuvo ayer el único día de descanso antes del derbi y muchos jugadores de la plantilla aprovecharon para desconectar y pasar tiempo con sus familias antes de la esperada cita el lunes en El Molinón. El Oviedo volverá hoy al trabajo en El Requexón y Ziganda tendrá dos sesiones para perfilar su once. La alineación, salvo sorpresa, será muy similar a la utilizada ante la Ponfe aunque Borja Sánchez podría ubicarse en la izquierda.