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Euforia contenida

El peligro del descenso mantiene al Oviedo concentrado tras el derbi l Borja, con sobrecarga, casi descartado para mañana

La plantilla del Oviedo, con Ziganda en el medio, ayer en El Requexón al inicio de la sesión. MIKI LÓPEZ

En el Oviedo, conscientes de que la situación sigue siendo muy crítica pese al subidón anímico del triunfo en El Molinón (0-1), apuestan por un perfil bajo. Como mucho, algún mensaje en redes sociales, todavía en caliente tras el partido. Por el resto reina la calma. Nada que ver, por ejemplo, con lo sucedido tras las recientes victorias en los otros derbis, donde sí se apreciaba cierto ambiente festivo de puertas para dentro. No ahora, con el descenso acechando y un duelo ante el Fuenlabrada, mañana en el Tartiere (21.45 horas), que puede dar aún más oxígeno al Oviedo respecto el descenso o volverle a dejar otra vez en el abismo.

Por eso, el día después de la victoria en Gijón, ayer en El Requexón, se desarrolló como si fuese una jornada más, bajo un calor achicharrante, casi 30 grados, y las principales espadas del club muy atentas desde la valla, siguiendo el entrenamiento (de recuperación para los titulares en Gijón y de más exigencia para los suplentes). Además, tras la "bunkerización" por el derbi al Oviedo ya se nota cierta normalidad. Por ejemplo, con las fotografías: el club vuelve a distribuirlas tras cerrar el grifo durante la preparación del encuentro de máxima rivalidad (El Requexón sigue cerrado a cal y canto siguiendo el protocolo de la Liga por el coronavirus).

Y la atención, era inevitable, estaba en Borja Sánchez, que, afortunadamente para el Oviedo, no parece tener una lesión grave (fue sustituido en Gijón), pero sí una sobrecarga por la que, salvo sorpresa, no jugará mañana ante el Fuenlabrada en el Tartiere. El canterano charló en el campo número 4 de El Requexón con Ziganda, técnico, mientras sus compañeros hacían carrera continua. Luego lo hizo con Arnau, director deportivo; y su mano derecha, David Comamala, interesados ambos en su estado físico. A la conversación también se unió Federico González, hombre de Carso en Oviedo, que llegó a El Requexón muy sonriente pasadas las 12.00 y se fue de los últimos. Después de los diálogos, Borja pasó por la rueda de prensa de El Requexón y valoró la situación del equipo tras el triunfo en Gijón. "Es el mejor gol que he marcado, también recuerdo con cariño el de Albacete, pero de este me acordaré toda la vida. Llevo como puedo con la puntera y hasta que no escucho los gritos de mis compañeros no sabía ni por donde había entrado", dijo el canterano. Borja también comentó sus problemas físicos con cierto cabreo. "Llevo tiempo arrastrando molestias. Me da rabia, porque salgo en el segundo tiempo. Me voy contento con el gol, pero fastidiado por eso y espero quitármelas pronto", finalizó. El Oviedo volverá hoy al trabajo y Ziganda deberá perfilar ya el once que presente ante el Fuenlabrada que tendrá una baja sensible, ya que Tejera no podrá jugar por acumulación de amarillas.

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