El VAR tuvo un protagonismo destacado en el partido y fue decisivo en el desenlace final con tres jugadas polémicas. Dos de ellas fueron en la primera mitad en dos acciones en el área del Numancia. En la primera, el árbitro anuló a instancias del linier un remate de Rodri que acabó en la red, tras tocar primero el balón Carlos Hernández después de una falta lanzada por Tejera. Tras la revisión del VAR, que se prolongó casi cinco minutos, la decisión fue la de no dar por válida la acción, pero no por posición antirreglamentaria de Rodri, que se demostró correcta, sino por la anterior de Carlos Hernández en el remate inicial. A diferencia de lo que sucede en otros partidos, aquí no se mostró la raya para aclarar las dudas. La otra acción sucedió ya en tiempo de prolongación de la primera mitad, cuando un remate de Christian Fernández pegó en la mano de Erik Morán, pero tras visionarla el VAR la dio por correcta. En la segunda mitad, la tecnología fue de nuevo clave. En una acción entre Bárcenas e Iván Calero, el árbitro señaló falta de Iván Calero y mostró la tarjeta amarilla al jugador del Oviedo por revolverse, pero a instancias del VAR corrigió su decisión y tras observar la jugada en la pantalla de televisión mostró la roja a Bárcenas por agresión al jugador soriano. Tres jugadas polémicas en las que el Oviedo no salió favorecido y que le devuelven a la zona de descenso.
