Dice con sorna Ramón Ángel María Hicks Cáceres "Chapacú" (Asunción, Paraguay, 1959) que Carlos Muñoz le debe la mitad de la ficha que el Atlético de Madrid le pagaba cuando el andaluz, procedente del Oviedo tras ascender en 1988, fichó por el club madrileñi. "Éramos una gran plantilla, creo que igual irrepetible. Le poníamos mucha pasión y respeto a la institución". Chapacú, que fue un ídolo azul en los noventa y acabó su carrera en Bolivia, es ahora presentador de televisión en Paraguay del programa deportivo "Expedición Fútbol" y atiende la llamada de LA NUEVA ESPAÑA desde su domicilio en Asunción, donde están en la fase 3 del confinamiento. "Podemos salir, pero con ´tapacaras ´(mascarillas)".
-¿Cómo le va?
-Bien, contento, con la pandemia estamos todos preocupados, aunque poco a poco esperamos superarlo. Y, pase lo que pase, siempre con el corazón carbayón. Eso nadie me lo quita.
-¿Sigue al Oviedo?
-¡Claro, claro! Debido a la diferencia horaria lo intento ver cuando puedo, pero si no estoy atento a los resultados y veo los resúmenes al final de los partidos. Además, me escriben mucho por Twitter aficionados del Oviedo y me mensajeó con mis excompañeros, ya que guardamos una gran relación.
-¿Con quién habla más?
-Sobre todo con Carlos, mi pareja arriba cuando hacíamos vibrar al viejo Tartiere. Le digo siempre que me debe la ficha que le dio el Atlético de Madrid: yo le di la asistencia (risas).
-¿Y qué le cuenta?
-Qué está la cosa complicada, pero que tarde o temprano volveremos a Primera División, como hicimos nosotros. Somos grandes y pronto tenemos que volver al sitio que nos pertenece, que no es otro que la máxima categoría del fútbol español.
-¿Qué está fallando este año?
-Desde la distancia lo tengo claro: creo que hay que poner las cuatro patas de la silla y mirar siempre al pasado. En la vida hay que imitar lo que funcionó, y nosotros funcionábamos. ¿Qué teníamos? Muy sencillo. Dirigentes que sabían administrar un club de fútbol y jugadores que daban la talla en el campo. Sólo tienes que ver el equipo con el que subimos. La directiva trajo tres o cuatro jugadores buenos, pero de gran nivel, y el resto te lo hace la cantera y un gran entrenador. Vicente Miera dijo que quería a Sañudo, a Hicks y a Carlos y Bango (expresidente), que era un paisano, lo consiguió. Eso funcionó y, bajo mi punto de vista, habría que repetirlo.
-¿Cree que el Oviedo salvará la categoría?
-Lo tienen que salvar para volver pronto a Primera División. Parece que ahora, con Ziganda, que jugó contra mi cuando estaba en Osasuna, no se está combinando nada bien, pero al menos se defiende mejo. Es un hombre serio y llega al jugador. No tengo la verdad absoluta, pero eso es lo que se necesita.
-¿Cuánto ha cambiado el fútbol desde su época?
-Nosotros le poníamos más pasión, dábamos la talla y teníamos respeto a la institución. Íbamos a cenar juntos, hacíamos más vida. Ojo, que no digo que los de ahora no lo hagan, pero eran otros tiempos.
-¿Hay algún jugador con el que se sienta reflejado en la actualidad? ¿Con quién se queda?
-No quiero opinar individualmente, porque no sería justo. Pero me gustó mucho el gol de Borja con el que le ganamos al Sporting en El Molinón. ¡Qué gustazo ganar así un clásico! Yo recuerdo muchos partidos contra el Sporting, pero por aquellas también era mejor. En fin, eran otros tiempos.
-¿Cree que la afición del Oviedo se sigue acordando de usted?
-Segurísimo que sí. Me mandan muchos mensajes y me dicen que soy leyenda. Todavía me acuerdo cuando los de "Chiribí" me cantaban cuando salía a calentar. Le digo una cosa: mi sitio está en Oviedo y tengo que volver algún día.
-¿Con qué está ahora?
-Tengo mi propio programa de televisión de fútbol aquí, "Expedición fútbol", y también la Academia de Fútbol H. R. junto con otro exjugador paraguayo, Vilfrido Acuña. Cuando pase todo lo de la pandemia volveremos con todo.
