En un día para disfrutar, para saborear los 3 puntos más dulces y lograr bajar las pulsaciones tras un final con intranquilidad, una noticia algo perturbadora: el Lugo se metía de lleno en la pelea por la salvación ganando 0-1 en Ponferrada. Aunque la Ponfe también se involucra en el lío, el resultado no era el que se esperaba en la caseta azul. Porque, con el Lugo recuperado (suma 7 puntos sobre 9 desde que Juanfran asumió el mando) ya son dos equipos los que hay que dejar detrás. Por eso, una idea se ha consolidado en el Oviedo: puede que con 50 puntos no sea suficiente. Hay que lograr, al menos un empate a domicilio.
El temor por la reacción del Lugo quedó atenuado tras los dos resultados positivos de ayer: empate del Albacete (1-1 ante el Sporting) y derrota del Numancia (3-2 en Vallecas). Pero los cálculos azules se mantienen inalterables: hay que llegar a los 51. Basta un ejemplo. Si el Numancia gana los dos partidos que le restan en Los Pajaritos acabaría la Liga con 50 puntos. Si el Lugo, también con dos choques como local, hace lo mismo tendría 51. Como el Oviedo solo le gana en caso de empate al Albacete, los 50 puntos es, a simple vista, un terreno que hoy por hoy no asegura la salvación.
A estas alturas, el guion que se sigue es de sobra conocido. El equipo tiene 47 puntos tras la trascendental victoria ante Las Palmas. Los 50, la meta marcada, están a tiro. El Racing, que ya es equipo de Segunda B, es la víctima más propicia. Es, además, el único de los tres rivales que quedan que debe visitar el Tartiere; lo hará en la penúltima jornada, que se disputará el viernes de la semana que viene. Los otros dos rivales, Zaragoza y Elche, se juegan muchas cosas en este final. Así que la deseada victoria ante el Racing habría que sumar algo más.
Con la mentalidad de sumar en La Romareda empieza hoy el Oviedo a preparar el duelo del domingo. El Zaragoza acumula cuatro derrotas seguidas en su campo y parece perder comba respecto al sólido Huesca en la carrera por regresar a Primera. En tal escenario, el equipo de Ziganda pretender pescar en el campo de uno de los equipos que mejor fútbol practica en Segunda. Todo lo que sea sumar en La Romareda significaría un enorme salto hacia la permanencia.
Descender con 50 puntos en el casillero es una rareza desde que se impusiera el sistema que premia con 3 puntos la victoria de los equipos. De hecho, en todo lo que va de siglo solo hay tres equipos que hayan bajado a Segunda B tras alcanzar esa cifra. Le sucedió a Cádiz y Murcia en la campaña 2009/10, igual que le pasó al Racing de Ferrol en la 07/08. La situación pudo ser la misma en otros dos casos, pero los descensos administrativos evitaron la caída. El Mirandés, en la 2013/14, y el Levante, en la 2001/02, quedaron en posición de descenso con 50 puntos. Pero la decisión federativa de que Murcia y Burgos, en cada temporada respectiva, fueran sancionados con la pérdida de la categoría, les benefició.
