Faltan tres jornadas para el final de la temporada, hay dos plazas que condenan a Segunda División B y siete equipos que quieren evitar por todos los medios ocupar una de ellas. El Oviedo sale bien posicionado para afrontar este sprint final, con una renta de dos puntos sobre el descenso y las cuentas bastante claras: le bastaría con sumar una victoria en casa ante el descendido Racing de Santander y al menos un punto más en los dos desplazamientos que le restan. Además, el equipo tuvo buenas sensaciones en el partido que ganó (2-1) el miércoles a Las Palmas.
Es cierto también que los azules tienen ahora un compromiso complicado, el del domingo (21:45 horas) en el campo del Zaragoza. Lo es porque los maños están en plena lucha por el ascenso directo con el Huesca, que les saca dos puntos, por lo que necesitan una victoria ante el Oviedo. El equipo de Ziganda, por su parte, sabe que una derrota les podría devolver a puestos de descenso, lo que aumentaría los nervios, pero también sabe que después recibe al descendido Racing. Una victoria ante los cántabros les bastaría para llegar a los ansiados 50 puntos, aunque esta cifra podría ser insuficiente. Si fuera así, tendrían que conseguir al menos un empate en la última jornada, en la que se miden al Elche. El equipo de Pacheta, en su día entrenador azul, salió la pasada jornada de los puestos de play-off al perder (1-0) con el Mirandés y todo hace indicar que va a estar en esa pelea hasta el final, por lo que podría necesitar la victoria en la última jornada de Liga.
Pero si el calendario del Oviedo tiene altibajos, el de los equipos que están por debajo en la clasificación también parece muy complicado. El Albacete visita precisamente al Elche mientras que el Lugo recibe al Girona, que es quinto y busca tanto consolidar su puesto de play-off como presionar en la lucha por el ascenso directo. El Lugo, además de con el Girona, tiene luego que vérselas con un Tenerife en racha y terminar con el Mirandés, que posiblemente no se juegue nada. Por último, entre los equipos que están por debajo del Oviedo, el Numancia se mide a la Ponferradina, otro de los equipos que están implicados en la lucha por salvar la categoría; después visita a un Huesca que puede estar jugándose el ascenso y acaba la competición frente al Tenerife, que podría necesitar la victoria para entrar en el play-off.
Precisamente ese Numancia-Ponferradina tendrá mucha miga en la lucha por la salvación, puesto que el conjunto berciano se ha metido en un buen lío al encadenar cuatro derrotas consecutivas. Tienen una renta de tres puntos sobre el descenso, pero afrontan uno de los calendarios más duros entre los equipos que luchan por evitar el descenso al enfrentarse al Almería y al Zaragoza, dos equipos que pelean por el ascenso, en las dos últimas jornadas. Un tropiezo en el encuentro que juegan mañana (19:30 horas) en Soria les podría complicar mucho la vida.
Por calendario, uno de los que parece que tiene el camino más despejado es el Deportivo de La Coruña. El equipo del exentrenador del Oviedo Fernando Vázquez se mide mañana (17 horas) al descendido Extremadura. Una victoria les pondría con 51 puntos, una cifra que debería ser suficiente para lograr la permanencia. Si necesitarán sumar algún punto más, sus rivales serían Mirandés y Fuenlabrada, equipos que aún aspiran a meterse en el play-off, pero que, en el momento de medirse al Deportivo, podrían estar ya descartados.
También el Málaga parece tener el trabajo medio realizado. En primer lugar, porque ya suman 49 puntos y tienen una ventaja de cuatro sobre el descenso y en segundo porque su calendario no parece ser el más duro.
