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El Oviedo quiere a Ortuño en propiedad si desciende el Albacete

La continuidad del "Pichichi" azul, que tiene una ficha alta y quedaría libre si bajan los manchegos, es una de las prioridades del club

Ortuño, a punto de rematar en el encuentro ante Las Palmas. M. LÓPEZ

La planificación deportiva del Oviedo 2020-2021 marcha a buen ritmo. En el club carbayón, donde la primera preocupación es la de dejar ante el Racing la permanencia asegurada matemáticamente, ya se preparan para un mercado estival que se espera movido. La permanencia en Segunda División está a una victoria y en los despachos de la entidad se pisa el acelerador para dar forma al boceto planteado por la dirección deportiva, perfilado ya desde hace semanas y únicamente pendiente de sellar la continuidad en la categoría.

La entidad azul tiene a Gorka Guruzeta, delantero del Bilbao Athletic, en la agenda para reforzar la delantera en caso de seguir en Segunda, pero los movimientos también miran hacia lo propio. Uno de los asuntos a tratar es el futuro de Ortuño, el máximo goleador azul con 15 dianas, cedido por el Albacete. El club castellano-manchego tiene 46 puntos, se juega el descenso en estas dos jornadas y, al menos en perspectiva de mercado, al Oviedo no le iría mal el descenso del Albacete a Segunda B.

Si los de Lucas Alcaraz caen, Ortuño quedaría automáticamente desvinculado del club manchego, un punto a favor para una posible continuidad del murciano en la entidad del Tartiere. En el Oviedo están encantados con Ortuño. Desde el club se valora su profesionalidad y, sobre todo, sus cifras goleadoras, una asignatura pendiente desde la marcha de Toché y que ha sido cubierta con creces en esta temporada pese a la mala situación clasificatoria del equipo. Y el jugador, que ha encontrado en Asturias un lugar donde volver a sentirse futbolista tras varias malas experiencias, se encuentra plenamente adaptado a la ciudad y en principio no vería mal su continuidad.

El problema para seguir, incluso suponiendo que Ortuño tuviese la carta de libertad, pasaría al aspecto económico. El delantero tiene una ficha muy alta -unos 800.000 euros anuales- de la que el Oviedo paga una parte, que sería inasumible en su totalidad para las arcas del club carbayón. No obstante, en una nueva negociación también pesaría la postura del jugador de querer seguir, posible baza a favor para el Oviedo. De momento, a Ortuño no le faltan ofrecimientos. El gol es el botín más codiciado en el mercado y varios equipos han preguntado ya por su situación. En el caso de que el murciano no continuase en el Oviedo, la premisa de Arnau es evidente: buscar un segundo delantero goleador que dé empaque al equipo arriba.

Rodri, por otra parte, tiene la continuidad asegurada en caso de permanencia y además cuenta con la total confianza del club. El Oviedo no es ajeno a la crisis deportiva por la que pasa el jugador, que no ha anotado gol tras el parón, pero se le considera un complemento versátil para la temporada que se avecina y su continuidad ni se discute en el club. Además, en el Oviedo valoran la insistencia de Rodri para fichar en invierno por los problemas que hubo para inscribirlo por culpa del límite salarial.

La entidad también se muestra atenta a la situación de Ibra, que cumple su segunda temporada en Oviedo y ya estuvo a punto de salir el pasado verano. El senegalés finaliza contrato y su continuidad está muy complicada, al menos con la ficha actual que tiene el ariete, demasiado elevada, piensan en el Oviedo, para ser el tercer delantero de la plantilla. Obeng, goleador en La Romareda (lleva dos en total), es el cuarto delantero que actualmente está en el puzzle del Oviedo. El ghanés, de 23 años, tiene ya garantizado un año más de contrato con el primer equipo (el año que viene deja de ser sub-23), pero también cuenta con la opción contractual de quedarse como azul tres temporadas, hasta 2023. Ziganda ha demostrado mucha confianza en sus posibilidades y le ha dado más galones que Egea o Rozada, los anteriores técnicos del Oviedo.

Todos los movimientos futuribles en el mercado de fichajes, además, están pendientes de conocer el límite salarial impuesto por la Liga para la siguiente temporada, que previsiblemente será notablemente más bajo que el de este curso (alrededor de ocho millones de euros para primer equipo y para el Vetusta).

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