El Grupo Carso, propietario del Oviedo, es consciente de la dificultad económica a la que se enfrenta el club por los daños económicos derivados del coronavirus y ha pedido un empujón a la afición azul para así disponer de más margen en el límite salarial y poder financiar los fichajes. Así lo repitió varias veces ayer Federico González, hombre fuerte del Grupo Carso, en una ronda de entrevistas en varias emisoras de radio de la región. Además, González desveló que alrededor de "4.000 abonados" solicitaron ya al club la devolución íntegra del dinero de los abonos por el fútbol sin público por el coronavirus. En porcentaje serían, según el mexicano, el "25,9% de los socios totales" (unos 17.000 esta temporada, la cifra más baja en cinco años).

El asesor de Carso se esforzó en repetir la importancia que tiene para la entidad conseguir ingresos derivados de los carnés y de las tiendas del club. "Estamos suplicando que la gente saque el carné. Es importante para los intereses del Oviedo porque todo ese dinero sí que va directamente a ampliar el límite salarial", dijo González. "Estamos buscando las fórmulas para tener esos 8,8 millones. Por eso hago hincapié en la importancia de los aficionados para que nos apoyen en la compra de abonos y de artículos de la tienda". Además, el mexicano también aseguró que la nueva campaña de abonados se presentará a "mediados de agosto". En el repaso económico que González hizo sobre la economía del Oviedo hubo mucha dosis de crítica (sin citar nombres concretos) a la antigua gestión del Oviedo, de la que era responsable Joaquín del Olmo. "Tenemos que ser más serios en nuestro trabajo, adecuarnos a las exigencias de la Liga y cumplirlas a rajatabla. Hay cosas que no se hacían bien", indicó el mexicano, que garantizó que contratiempos como el vivido la campaña pasada, cuando varios jugadores se quedaron sin inscribir a principios de temporada por sobrepasar el tope salarial, "no se volverán a repetir". Sobre la Liga, entidad con la que el Oviedo no mantiene una relación fluida, afirmó que "quizá nos mira con más lupa y eso nos da mucho gusto porque se da cuenta de que somos uno de los equipos más organizados y que trabajamos mejor".

González también habló sobre su situación personal en el Oviedo y dijo que su estancia en la capital "depende de Arturo Elías". Recalcó también que no habla a diario con el yerno de Carlos Slim, que no obstante está "informado de todo lo que sucede en el Oviedo". Sobre su llegada al club hace ocho meses para sustituir a Del Olmo, González insistió en que le pilló de imprevisto: "No me traje ni ropa de México", bromeó. El mexicano, que peinó el mercado de los directores deportivos para sustituir a Michu antes de la aparición de Francesc Arnau (con mediación directa de Carles Puyol, que se lo recomendó a Elías), mostró un apoyo total al catalán y al Cuco Ziganda. "Francesc tiene autoridad plena en la parcela deportiva, pero sus decisiones tienen que pasar por el filtro que deben. Analizamos todos los proyectos que tiene y si pueden hacerse, a veces yo me opongo, no por el jugador, sino por la economía", indicó.

El asesor de Carso repitió también varias veces que está inmerso en la búsqueda de un patrocinador y confirmó que se busca un apellido comercial para el Tartiere, como ya publicó LA NUEVA ESPAÑA en junio: "Lo del estadio es una posibilidad. Pudo causar estupor al haberlo mencionado, pero en Estados Unidos la mayoría de los estadios tienen el nombre de un patrocinador. También sucede lo mismo en Alemania o Inglaterra. Es cuestión de darse cuenta de que el mundo va cambiando. Si no nos queremos quedar en el pasado, hemos de adaptarnos a las circunstancias actuales".